Ya lo definimos, entonces, ¿qué sentido tiene hablar de ello y más para las organizaciones? Podemos comenzar por la parte de capital humano, si dentro de los procesos de reclutamiento involucramos cuestiones éticas, por medio de casos prácticos entenderemos mejor el actuar e intenciones de las personas. Sale demasiado caro a las empresas tener dentro de sus filas colaboradores sin ética, porque serán los primeros en comportarse de forma corrupta en toda la acepción de la palabra, desde malversación de fondos, cohecho y una manera poco reconocida, la ineptitud.
Si hacemos la inversión en contar dentro de los equipos mujeres y hombres éticos, serán quienes lograrán alcanzar los objetivos de las entidades de forma eficiente, conservando cada recurso disponible y optimizándolo, considerando elementos sustentables.
Vamos un paso más, una persona cuyo eje sea la ética se comportará de forma honorable, recta e impecable, cuidando hacer equipo, velando por la institución, generando nuevas ideas e innovando procesos. La pregunta es, ¿a quién quieres dentro de la empresa?
La ética es redituable si tomas el tiempo para analizar las pérdidas ocasionadas por errores culposos, omisiones, engaños e incluso estafas disfrazados de buenas intenciones o aparentes liderazgos carismáticos.
La inversión en talento ético permitirá reducir costos y optimizar las ganancias, va más allá de colocarse la camiseta, buscará generar mística – concepto poco conocido en el ambiente empresarial, pero tomado de la religión orienta al espíritu de la persona a un fin – para potencializar a cualquier organización y llevarla a su máximo.
Al final, las personas son el alma de las corporaciones, ellas son responsables por la generación de procesos y adopciones de mejores prácticas. Desde el génesis se puede garantizar hacer las cosas bien sin desviaciones o mañas adquiridas durante el tiempo.
Un fenómeno particular es cuando se alcanzan estas prácticas al punto de convertirse en cultura, porque en un símil con los virus, tan de moda, los glóbulos blancos encapsularán a lo que represente un peligro para el organismo hasta desecharlo; sé que me puedo ver un poco extremista, sin embargo, es importante considerar en primer lugar generar espacios adecuados para las personas, en donde encuentren oportunidades de desarrollo y crecimiento, quienes generarán, en segundo lugar, una empresa altamente exitosa y competitiva.