Por ejemplo, el gran reto al que se enfrentan las instituciones del sector financiero en este 2023 es el cambio en las expectativas de los clientes influenciados, en gran medida, por las FinTechs y BigTechs. Esto ha ocasionado que las empresas tradicionales renueven sus modelos de negocio aprovechando la tecnología.
El entorno desafiante y la incertidumbre prevalecerán este 2023, por lo que es de gran relevancia que las empresas tomen en cuenta principalmente las tecnologías emergentes para plantear sus objetivos y el cómo llegar a ellos; además de prevenir de manera estratégica cualquier situación que se presente.
Si bien es cierto que la actividad económica de México fue hasta cierto punto positiva durante el 2022, y que la mayoría de las estimaciones para el 2023 son prudentes y optimistas, no podemos quitar el foco de las cadenas de suministro. Las tensiones actuales pueden generar situaciones que afecten de alguna manera a estas estructuras y de ahí la importancia de que las empresas y sus ejecutivos entiendan y tengan muy claro el estatus geopolítico global actual, ya que hoy en día todas las organizaciones en mayor o menor medida están interrelacionadas con dicho entorno.
Otra área de oportunidad relevante para las compañías es la retención del talento. Para ello, debemos aprovechar las lecciones que nos dejó la pandemia: adaptarnos e innovar; también reformar los esquemas de trabajo remoto e híbrido. Otras estrategias esenciales son la retención del personal actual, así como la atracción de nuevo talento que aporte ideas y perspectivas innovadoras, además de generar estrategias de diversidad e inclusión. Lo anterior es clave para que las compañías sean exitosas en materia laboral, empresarial y de negocio.
El 2022 fue un año donde el sector empresarial mostró una fuerte resiliencia, y esto se refleja en el porcentaje de la población económicamente activa; este año las compañías deben seguir defendiendo los puestos de trabajo para mantener bajos los niveles de desempleo.
Algunos de los puntos donde debemos poner atención son el nuevo entorno normativo y regulatorio; además de grandes retos como la subcontratación de servicios especializados con registro ante el REPSE, así como la nueva metodología de cálculo de la PTU, la reforma de vacaciones dignas y los temas referentes a la legitimación de los contratos colectivos y su revisión bajo las nuevas reglas de democracia sindical.
El papel de los empresarios también debe priorizar a los emprendedores. Buscar espacios dentro de sus estrategias para aportar un granito de arena a fomentar y apoyar a estas personas que arriesgan todo por perseguir un sueño. Ellos son un motor de nuestras economías, son quienes generan un importante número de empleos en nuestro país y se debe reconocer este esfuerzo y valentía.
Todavía existen áreas de oportunidad en materia regulatoria y acceso a financiamiento capital. Por otro lado, las políticas fiscales y económicas deben propiciar un entorno ágil para que estos emprendedores no queden en el camino y tengan una cierta facilidad para hacer negocios en México.