El 64% de las empresas en México cuenta con una estrategia ESG (criterios ambientales, sociales y de gobernanza, por sus siglas en inglés), frente al 58% de Latinoamérica, de acuerdo con el reporte Panorama de las empresas latinoamericanas sobre ESG. Sin embargo, lo que cada empresa considera como una estrategia ESG o de sostenibilidad puede variar, ya que algunas iniciativas de filantropía o de Responsabilidad Social Corporativa están siendo percibidas como estrategias de sostenibilidad o ESG.
Lo que es una realidad es que las compañías latinoamericanas están mostrando sus intenciones de dar pasos más estructurados, aquellas con un enfoque en la creación de impacto sostenible a largo plazo se han dado cuenta de que están mejor posicionadas para crear nuevas fuentes de ingreso, aumentar la eficiencia operativa, divulgar información y proporcionar valor para sus grupos de interés.
En el estudio Sustainable Value, se entrevistó a más de 500 líderes de sostenibilidad de empresas globales, donde destaca que las organizaciones que han implementado las medidas climáticas más ambiciosas son las que han obtenido los mejores beneficios financieros, siendo 2.4 veces más propensas a lograr un mejor rendimiento financiero del que esperaban. También registraron mejoras en áreas como retención de personal, reclutamiento, percepción de marca y comportamiento del comprador.
La meta global establecida por el Acuerdo de París para mantener el aumento de la temperatura dentro de un rango de 1.5°C y 2°C es lograr una reducción del 45% de las emisiones de carbono para el año 2030. Considerando que solo 11% de las empresas globales encuestadas se comprometieron a lograr cero emisiones netas de carbono, vemos que todavía falta bastante camino por recorrer.
El reto para las directoras y los directores ejecutivos es construir iniciativas con un gran impacto, utilizando la innovación y tecnología, además de generar alianzas estratégicas de largo plazo. Ya son varios los estudios que nos demuestran que esto es una situación de ganar-ganar para los negocios. La sostenibilidad debe ser considerada un imperativo empresarial para crear una ventaja competitiva.