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#Entrelíneas | Larrea, ¿socio de Banamex? (la OPI y sus impactos)

Germán Larrea podría comprar acciones en el mercado de valores e, incluso, hacerse del control del banco.
lun 29 mayo 2023 06:10 AM
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La operación de compra de Banamex deja tres lecturas: cómo una historia puede dar un giro de 360ª, de qué forma la ‘democratización’ de un anuncio puede impactar en su desarrollo y la influencia de la política para descomponer un final esperado, apunta Jonathán Torres.

(Expansión) - La infructuosa venta de Banamex a Grupo México está sentando las condiciones para el siguiente mapa de impactos y desafíos: el management será clave para determinar el valor real del banco; el Presidente de la República desplegará una narrativa que sembrará en el imaginario colectivo, bajo extrañas intenciones, que esta institución puede ser del pueblo; Germán Larrea podría comprar acciones en el mercado de valores e, incluso, hacerse del control del banco.

Por lo pronto, la operación de compra de Banamex deja tres lecturas: cómo una historia puede dar un giro de 360ª, de qué forma la ‘democratización’ de un anuncio puede impactar en su desarrollo y la influencia de la política para descomponer un final esperado.

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En enero de 2022, Jane Fraser, directora ejecutiva de Citigroup, anunció que uno de los caminos para desincorporar a Banamex de Citigroup era la colocación de una Oferta Pública Inicial (OPI), en caso de que la operación de venta no fuera la mejor opción para los accionistas, los empleados, los clientes y los intereses de México. Así, después de un largo proceso, esta historia regresó a su punto de arranque.

Este proceso de compra, además, fue muy complejo y complicado, entre otras cosas por la naturaleza de estos nuevos tiempos en los que un anuncio público se sujeta a una multiplicidad de factores: la mirada escrupulosa de la prensa y de analistas, el abierto interés de muchos potenciales compradores, las estrategias de los competidores en descarrilar el proceso, el encendido debate en las redes sociales…

La ‘cereza del pastel’ fue el factor político. Está claro que Citigroup se decantó por la OPI para evitar que la mano de Andrés Manuel López Obrador siguiera contaminando el proceso.

Ahora, se abre un nuevo capítulo en la historia de Banamex en el que, ciertamente, se seguirán manifestando los mismos elementos que en su primera temporada, pero en un proceso más controlado, más regulado.

En primer lugar, hay que entender qué es una OPI: es la primera emisión y venta de acciones de una empresa al público inversionista; es necesaria una valuación de ésta para después estimar el precio por acción; el valor de una empresa depende de los ingresos esperados a futuro, de tal forma que los factores que pueden jugar a favor o en contra de dicha valuación son el desempeño de la empresa y los riesgos a los que ésta se expone, las expectativas de crecimiento económico del país, la tasa de interés del mercado, el entorno económico, entre otros elementos.

Dicho lo anterior, a partir de ahora, todos los escenarios son posibles.

La ‘prueba de fuego’ para Citibanamex. Lo que viene es un intenso proceso de separación legal, operacional entre Citi y Banamex. Esta transición, al mismo tiempo, trae consigo un desafío para Citibanamex: no perder mercado; durante muchos años fue líder en captación, pero ahora comparte esta posición con BBVA, lo que lo obliga a fortalecer la disciplina de su management. Para 2024, se deben tener dos figuras legales, dos bancos sólidos con buenas utilidades.

La verdadera realidad de Banamex. A raíz de las auditorías que se ejecutarán, será posible fijar, entre otros puntos, cuántas utilidades está generando el banco y qué tan relevante es en el sector, para que después sea posible determinar su valor. Sin duda, junto con el primer escenario, este es el camino más largo de esta historia pero el que determinará si Banamex vale 7,000 millones de dólares, menos o más. Aquí se verá si la decisión tomada por Citigroup fue la más acertada.

AMLO y su ‘torcida’ narrativa. El presidente seguirá influyendo en este proceso con una narrativa que da lugar a muchas interrogantes, pero también a pensar que detrás de sus dichos hay extrañas intenciones. No se tiene claro cuál sería el mecanismo a través del cual el gobierno podría adquirir acciones de Banamex. Por lo pronto, está sembrando la idea -perversa para muchos y pegajosa para otros- de que el Banco Nacional de México puede ser del ‘pueblo bueno’.

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La carta que podría jugar Germán Larrea. Si la compra directa de Banamex se cayó, eso no significa que el millonario mexicano no pueda adquirir acciones del banco a través del mercado de valores. Cualquiera que tenga un vehículo para invertir en la Bolsa podría hacerlo. German Larrea podría, incluso, pagar menos de los 7,000 mdd que pretendía pagar por comprar Banamex y hasta tener el control de éste, en caso de contar con la mayoría de acciones.

Un poco más de contexto: en una OPI, las acciones pueden ser compradas en el primer segundo día de la Oferta y la posibilidad de que alguien tenga el control es posible; el grupo de accionistas que tenga el mayor porcentaje puede tener el derecho de nombrar al Consejo de Administración, al CEO, al CFO, etcétera; otra de las estrategias que se suele desplegar, antes de una OPI, es conseguir a un grupo de inversionistas que adquiera el 100% de la Oferta y, en ese caso, cualquier empresario-inversionista puede ser parte.

¿OPI en México o en Estados Unidos? Esta pregunta también es clave. Hasta el momento no se define dónde se colocará la Oferta. Si ocurre en Estados Unidos, entonces, el proceso será controlado por la SEC y el pago de los impuestos por la operación caería en las arcas del gobierno estadounidense. En México, el control de la operación estaría en la BMV, con su correspondiente pago de impuestos para la hacienda mexicana. Así, para evitar conflictos políticos, se esperaría que haya una OPI en México y otra en Estados Unidos.

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En 2022, Andrés Manuel López Obrador confesó que en algún momento lo capturó la idea de que su gobierno adquiriera 51% de las acciones de Banamex, pero que no lo veía viable por el poco tiempo que le restaba a su sexenio. Ahora, cuando el fin de su administración está más cerca, desempolva esta idea.

¿Qué pretende? Citibanamex es parte de una empresa global, estadounidense, por lo que cualquier intento de ataque será medido desde Washington, con sus correspondientes impactos en el T-MEC.

Nota del editor: Jonathán Torres es socio director de BeGood, Atelier de Reputación y Storydoing; periodista de negocios, consultor de medios, exdirector editorial de Forbes Media Latam. Síguelo en LinkedIn y en Twitter como @jtorresescobedo . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión.

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