En mi trabajo como consultor de alta dirección, me encuentro frecuentemente con la misma pregunta: “Doctor Adizes, ¿cómo equilibro mi carrera profesional con mi vida personal?”.
Gestión del tiempo en la alta dirección: cómo priorizar vida personal y laboral
La escucho principalmente en países que experimentan cambios rápidos, pues las soluciones empresariales que requieren consumen mucho tiempo y la vida personal sufre. Dado que no soy solo un líder corporativo, sino también un cónyuge, un padre y un miembro de la comunidad, me es sencillo responder. Y es que para equilibrar la vida sugiero hacerse esta pregunta: ¿qué valoro más? Pues la gente suele descubrir demasiado tarde lo que valora, ya sea en su lecho de muerte o cuando se enferman. ¿Por qué? Porque reconocemos las cosas más importantes en la vida por su ausencia.
Lo que sugiero a mis clientes es: abre tu calendario y presupuesta el tiempo como presupuestas el dinero. Presupuestar el tiempo es más importante que presupuestar el dinero porque el tiempo es fijo y el dinero no. Gastamos tiempo como si fuéramos a vivir para siempre, y no es así, entonces enfócate y presupuesta tu tiempo.
Para ayudarnos a hacerlo sugiero usar mi modelo PAEI, de estilos de liderazgo. Esto es lo que la mayoría hace mal: gastan su tiempo en (P) (Productor), es un rol enfocado a resultados en el corto plazo y las necesidades inmediatas siempre tienen prioridad sobre lo que necesita después. Luego, las personas se enfocan en (A) (Administrador), el perfil estructurado que paga facturas, responde correos electrónicos o consultas, etc. A menos que seas del tipo emprendedor o creativo, (E) (Emprendedor), estos temas se atienden si queda tiempo, generalmente cuando nos roba el sueño o estamos de vacaciones. (I) (Integrador), el perfil enfocado en las relaciones humanas, estos temas reciben atención durante una crisis: si el cónyuge amenaza con el divorcio o si alguien en la familia se enferma.
Por supuesto, los altos ejecutivos son susceptibles al estrés y al agotamiento debido a las exigencias de sus puestos. Un estudio de la Escuela de Negocios de Harvard encontró que 94% de 1,000 profesionales reportaron trabajar más de 50 horas a la semana, y casi la mitad de ellos trabajaba más de 65 horas a la semana. Desequilibrios como este trae efectos significativos en la salud, tus relaciones y el bienestar general.
México, por su parte, es conocido por sus largas jornadas laborales en comparación con otros países. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), los mexicanos trabajan un promedio de alrededor de 2,246 horas al año, lo que es significativamente más alto que el promedio de la OCDE de alrededor de 1,764 horas al año.
Así que, si vas a equilibrar tu vida, necesitas cambiar y abordar lo que realmente valoras. Y dado que el éxito viene de adentro hacia afuera, sugiero: (I) debes atenderlo primero, (E) segundo, (A) tercero y (P) el último. Si manejas bien los problemas a largo plazo, los de corto plazo pueden prevenirse.
Comencemos con (I). Tu prioridad es tiempo para ti como hacer ejercicio, meditar y tal vez tiempo para hacer nada. Ahora, (I) para tu pareja. Planifica una noche por semana para salir a una cita. Debe ser el mismo día de la semana y no cuando el tiempo lo permita. A continuación, (I) con tus hijos. Cada uno debe recibir tiempo programado e indiviso. Un niño a la vez para que cada uno reciba tu atención. También sugiero programar un fin de semana por mes o por trimestre para toda la familia, sin computadoras o smartphones. Considera si deseas extender el (I) un nivel más como hacer trabajo social comunitario.
En seguida programa tu tiempo en el calendario para (E), para discutir qué cambios de fondo se deben hacer en la empresa o en tu vida.
Ahora que te has ocupado de (I) y (E), a largo plazo, asigna tiempo para (A). Este es para las juntas con el comité ejecutivo o para reuniones individuales con los miembros de tu equipo para hacer un seguimiento de los proyectos y decisiones. El tiempo restante úsalo para (P): llamar a clientes, vender o realizar responsabilidades que produzcan resultados.
Con lo anterior, en tu calendario todavía deberías tener vacío el 35% de éste. Resérvalo para demandas inesperadas. Nunca tengas tu calendario lleno, pues no deja tiempo para pensar o estar disponible cuando alguien te necesita inesperadamente.
Es normal que tengas dificultades para implementar estas recomendaciones. Si este es el caso, pide a alguien cercano a ti, alguien a quien respetes, que te apoye en la gestión de tu tiempo.
Observa la diferencia entre estar en control de cómo gastas tu tiempo, a la práctica habitual donde el tiempo se gasta según lo dicten los problemas. ¿Quién debería estar a cargo? ¿Tú de tu vida? ¿O tu vida de ti?
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Nota del editor: Ichak Adizes es consultor de gestión global. Como fundador y director ejecutivo del Instituto Adizes, ha dedicado su carrera para ayudar a organizaciones a mejorar su desempeño y efectividad a través de la Metodología Adizes. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente al autor.
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