Hace poco visité México para conocer de cerca todo lo que está pasando en materia de innovación, productos y servicios tecnológicos y entender a profundidad lo que ocurre con la implementación del Open Finance. Además, tuve la oportunidad de reunirme con la comunidad de Open Finance Tribe México, conformada por profesionales de varias áreas del sector financiero, quienes buscan educar, promover e impulsar el Open Finance en el país.
Modernización y agilidad, las clave para adaptarse al cambio
Una conclusión general de la conversación es que el Open Finance está avanzando rápidamente en el mundo. Sin embargo, los países de América Latina muestran ritmos de avances desiguales. En algunos, la regulación de este modelo ha dado pasos importantes como es el caso de Colombia y de Chile. En otros, el avance en la regulación no ha sido el esperado, como en México.
Sin embargo, más allá de temas normativos, a medida que las industrias evolucionan y las expectativas de los clientes aumentan, las organizaciones deben adaptarse o correr el riesgo de quedar obsoletas. Estar preparadas para el cambio constante y adaptar tanto su mentalidad como su infraestructura es el gran reto en la actualidad. Aquí es donde entra en juego el concepto de modernización de sistemas legados y arquitectura ágil. Este aspecto es clave porque los sistemas heredados pueden obstaculizar la innovación, ralentizar las operaciones e incurrir en altos costos de mantenimiento. En cambio, modernizar los sistemas emerge como la clave para desbloquear este tesoro de información y transformar los datos en un activo estratégico fundamental.
Las empresas suelen acumular sistemas de información a lo largo del tiempo, resultando en una amalgama de tecnologías y plataformas que dificultan la gestión y el análisis de datos. Los sistemas legados, aunque han sido leales compañeros en el pasado, se han vuelto obsoletos y rígidos, limitando la capacidad de adaptación a las demandas cambiantes del mercado. La modernización de legados es esencial para liberar a las empresas de las cadenas de la obsolescencia y permitirles avanzar hacia un futuro digital, abierto y conectado.
Para facilitar esta transición, de una arquitectura obsoleta a una ágil, se vuelve crucial una capa de API que actúa como un puente que permite a los sistemas antiguos interoperar con nuevas aplicaciones y servicios. Esto facilita la integración de tecnologías modernas sin tener que reescribir completamente el sistema legado.
Un aspecto que quiero resaltar es lo esencial que es una capa de APIs para la adopción de la computación en la nube, ya que permite que las aplicaciones heredadas se integren con servicios en la nube de manera eficiente. En México aún existen barreras a la hora de adoptar la nube, sin embargo, esta tecnología es un detonador de competitividad, innovación y expansión de negocios.
El Open Finance es solo uno de los tantos modelos que generará cambios. Ya vemos cómo la Inteligencia Artificial está sacudiendo los cimientos de la sociedad y las empresas. No integrarla a nuestros procesos es un error y tener sistemas heredados, obsoletos, es un lastre que cargan las organizaciones que buscan aprovechar el potencial de la IA.
Por el contrario, con una arquitectura ágil y moderna, permitirá adaptarse con mayor rapidez a estos cambios y a los que vendrán. Desbloquear los datos que están guardados en sistemas antiguos y unirlos con la data que se obtiene en los nuevos sistemas es una oportunidad para generar productos y servicios de valor, que lleguen al mercado en el mejor momento.
El camino hacia la modernización heredada y la adopción de nuevas tecnologías no es sencillo, pero es necesario. Ganar adaptabilidad, flexibilidad, innovación y time to market mediante la modernización de sistemas legados, más que una necesidad, es una obligación en tiempos de cambios constantes.
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Nota del editor: Marcilio Oliveira es cofundador y CGO de Sensedia. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente al autor.
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