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#Entrelíneas | Elecciones en EU. México, el ‘diablo’ está al acecho

Si hoy fuera la elección, Trump regresaría a la Casa Blanca; incluso, en algunos corrillos estadounidenses ya se habla de que el Partido Republicano podría ganar también la Cámara de Representantes.
lun 22 julio 2024 06:04 AM
FILE PHOTO: Day 2 of the Republican National Convention in Milwaukee, Wisconsin
Una eventual victoria del dúo explosivo, Donald Trump & J.D. Vance, debería provocar un profundo análisis en cuanto a los impactos que ello representaría para México, apunta Jonathán Torres.

Las palabras cargan con mucho infundio: “México le quitó empleos a Estados Unidos”. “Tenemos que parar la invasión a nuestro país, que está matando a cientos de miles”. “Están enviando asesinos, vendedores de droga, terroristas y criminales de todas las formas”. “(Las empresas chinas) van a llegar a fabricar automóviles en México… y creen que los van a vender del lado de la frontera sin pagar aranceles. Eso no va a pasar conmigo”.

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La semana pasada, Donald Trump asumió en el marco de la Convención Nacional Republicana, celebrada en Milwaukee, Estados Unidos, la candidatura del Partido Republicano rumbo a las elecciones del 5 de noviembre, lo que ha desatado una serie de mensajes y señales que ya provocan insomnio en México.

Primero, el atentado que sufrió Donald Trump en Butler, Pensilvania, el sábado 13 de julio, provocó lo inimaginable que es colocarlo como una víctima, pero al mismo tiempo hay dos elementos más a los que pretende sacarles mucho jugo: ciertos aspectos de la cultura popular estadounidense y las teorías de la conspiración que advierten de todos los males que acechan a la potencia.

Según la mirada de Rodrigo Aguilar, miembro del U.S. Council on Foreign Relations de Washington, D.C., hay una agenda del pensamiento conservador, no nada más en Estados Unidos sino internacionalmente, que se resume como la agenda ‘Faith, Family & Freedom’. Así, en un mundo turbulento, hay quienes necesitan creer en algo y alejarse del agnosticismo (‘faith’), que simpatizan con una agenda provida y anti LGBTQ+ (‘family’) y que son seguidores de la no intervención del Estado en las actividades económicas (‘freedom’).

Bajo ese panorama, Donald Trump engancha perfectamente con un amplio sector de la sociedad estadounidense que no tiene ningún empacho en asumir posturas racistas y discriminatorias, en impulsar una política antiglobalizante y proteccionista bajo la idea de que China, Rusia, los migrantes, todo mundo está decidido a destruir al gran imperio.

“Ahí están metidos el proteccionismo económico, los hiper nacionalismos, la retórica que se pregunta dónde quedó el gran Estados Unidos. Entonces hay una tendencia por retraerse”, explica Rodrigo Aguilar.

“Trump es un candidato muy efectivo en contextos de alta polarización política y, además, engancha bien en una sociedad que piensa que la globalización no le ha pagado bien a Estados Unidos”, complementa Gerónimo Gutiérrez, ex embajador de México en Estados Unidos.

Nada es fortuito, todo tiene un origen. Muchas consciencias se han movilizado en esa dirección por circunstancias que, en buena medida, han impactado en sus vidas. El salario mínimo en Estados Unidos registra un estancamiento histórico, buena parte de los disparadores ideológicos que hoy se expresan tienen que ver con el deterioro en el mundo rural y semirural de Estados Unidos, con la falta de indicadores de bienestar en muchas regiones del país.

Dicho lo anterior, la Convención Nacional Republicana fue un reflejo del espíritu de la época, de lo que está pasando en Estados Unidos, y que tiene que ver con la aparición en la escena pública de quienes no han sido beneficiados por el sistema y, frente a su contexto, saldrán a votar por Donald Trump por convencimiento, hartazgo o por necesidad.

En esa ecuación entra J.D. Vance, compañero de fórmula de Donald Trump. El aspirante a la vicepresidencia representa al ‘heartland’ de Estados Unidos, es decir, a un sector de la población olvidada económicamente. “Esa gente es la que se movilizará a favor de Donald Trump, con o sin razón, pero se siente identificada con él y es la que está avanzando en las preferencias electorales más que nunca”, dice el analista Rodrigo Aguilar.

J.D. Vance simboliza muchas circunstancias estadounidenses… Es un veterano de guerra que conecta con aquellos grupos que conservan un amargo sabor de boca por la salida del Ejército estadounidense de Afganistán. Su mamá tuvo una historia de abusos, drogas, alcohol, quien ahora lleva 10 años sobria, de tal forma que la cultura americana premia, y mucho, el renacimiento de la gente que cayó en desgracia y que resurge como el ave fénix y se purifica. Además, Vance es proteccionista, antimexicano y antichino. Por si esto no fuera suficiente, representa el cambio generacional del trumpismo. En él hay una influencia generacional del legado de Trump que ya está en marcha.

“Vance es alguien que favorece una política comercial más restringida, como herramienta de política pública interna, y luego tiene posiciones muy duras en materia de seguridad. Es un senador de solo dos años, pero que capta muy bien las dificultades que está enfrentando lo que llaman aquí la clase trabajadora”, afirma Gerónimo Gutiérrez, ex embajador de México en Estados Unidos.

Si hoy fueran las elecciones, Trump regresaría a la Casa Blanca; incluso, en algunos corrillos estadounidenses ya se habla de que el Partido Republicano podría ganar también la Cámara de Representantes. Sin embargo, todo puede pasar en los próximos tres meses y la moneda aún está en el aire; por lo tanto, habrá más ruido, mucho bluffing y harto jaloneo.

Una eventual victoria del duo explosivo, Donald Trump & J.D. Vance, debería provocar un profundo análisis en cuanto a los impactos que ello representaría para México.

Si la narrativa trumpista se convirtiera en políticas públicas y acciones, la administración de Claudia Sheinbaum tendría que librar muchas batallas y se encontraría con varias piedras en su camino para detonar el crecimiento económico de México. Por un lado, el nearshoring podría perder fuerza frente a una eventual política proteccionista. La revisión del T-MEC podría derivar en una reimposición de condiciones y, en consecuencia, en una renegociación. Por el otro, ante el discurso que acusa a los migrantes de ser obra y gracia de todos los males, la amenaza de ampliar el muro tomaría sentido.

“Sí habrá un contexto complicado para la revisión del T-MEC y la agenda de seguridad y migración. Estos temas que no están exentos de dificultades, explotarían fuertemente a partir de noviembre”, proyecta Gerónimo Gutiérrez.

Ahora bien, habría que considerar que toda temporada electoral trae consigo una narrativa política que no necesariamente aterriza en políticas públicas. Este podría ser un caso, sobre todo, porque la agenda bilateral México-Estados Unidos es muy intensa y debería prevalecer así, independientemente de quién gane el 5 de noviembre. De otro modo, ambas economías están atornilladas una de la otra, y no es tan fácil que la diatriba política rompa con ello.

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En este momento, México cuenta con una posición muy sólida pues es el principal socio comercial de Estados Unidos. En caso de controversias, habría que dejar que los órganos para su resolución trabajen en sus términos.

“Es tan intensa la relación en materia de comercio e inversión, que es muy difícil descarrilarla. Cada minuto se comercia un millón y medio de dólares entre ambos países”, afirma Rodrigo Aguilar. “Frente a una eventual administración trumpista, México tendría que poner sobre la mesa todas las razones por las que la agenda bilateral es muy importante para ambos países”.

Los temas que sí o sí se complicarán serán la migración ante la esperada intentona de que México se convierta en tercer país seguro, junto con la estrategia de combate contra el narcotráfico y la producción de fentanilo, la triangulación de exportaciones chinas en el marco del T-MEC.

El ‘diablo’, entonces, está al acecho.

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Kamala Harris se perfila para tomar la batuta que deja Joe Biden y asumir la candidatura del Partido Demócrata. De ser así, la actual Vicepresidenta de Estados Unidos se convertiría en la primera mujer negra en ser nominada a la Presidencia. “Haré todo lo que esté en mis manos para unir al Partido Demócrata, unir al país y derrotar a Donald Trump”, dijo minutos después de que el Presidente Biden renunciara a la candidatura.

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Nota del editor: Jonathán Torres es socio director de BeGood, Atelier de Reputación y Storydoing; periodista de negocios, consultor de medios, exdirector editorial de Forbes Media Latam. Síguelo en LinkedIn y en Twitter como @jtorresescobedo . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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