Encontrar smartphones más baratos, a través de proveedores no oficiales en internet, puede ser algo común y sumamente atractivo. De hecho, esta práctica recibe el nombre de mercado gris y el riesgo que implica esta conducta puede generar más gastos para el usuario, así como impactos negativos en la industria.
De acuerdo con Jesús Mejía, gerente de comunicación corporativa de OnePlus, la venta de estos dispositivos no constituye una práctica ilegal por sí misma, pero sí representa un peligro para el consumidor, pues existe la posibilidad de que adquiera un equipo con fallas, sin garantías o incluso con accesorios que no corresponden al país.
Y es que los minoristas, explica, consiguen estos productos en otros países a un menor precio para después ingresarlos al país sin tener que pagar “impuestos, homologaciones y otros aspectos que se solicita a las empresas de la industria”, con el objetivo de venderlos a un costo mucho menor.