“Francamente, no quiero ser CEO de ninguna empresa”. Esto lo dijo el multimillonario Elon Musk, quien está al frente de diversas compañías, como SpaceX, Tesla y más recientemente Twitter.
Musk hizo esta afirmación durante un juicio en contra de Tesla en el que el Tribunal de la Cancillería de Delaware va a determinar si la junta de la empresa automotriz actuó de forma inapropiada al aprobar un paquete de pago que ahora vale alrededor de 52,000 millones de dólares, así como determinar si Musk tuvo alguna influencia en la decisión.
De acuerdo con el empresario, el título de director ejecutivo en sus empresas le irrita y no se ve desempeñando ese papel de forma tradicional, es decir, desde el enfoque de los negocios, sino que prefiere tener una mayor relación con la tecnología que desarrollan sus compañías.