Estas son las universidades de México y EU que colaboran en el sector de chips
La proximidad de la frontera norte con Estados Unidos ofrece una ventaja geográfica que se puede aprovechar para participar en la cadena de suministro de semiconductores, al facilitar el desplazamiento de personas, lo cual sirve de base para la colaboración binacional.
Un caso en este sentido es el de la Universidad Estatal de Arizona con Sonora y Nuevo León para desarrollar programas de estudio especializados en semiconductores, así como el trabajo de la Universidad de Stanford con el gobierno de Nuevo León para generar talleres entre los estudiantes que aborden los retos de la región en materia de disponibilidad de agua y energía.
En mayo de 2024 el Gobierno de Baja California, en colaboración con Emtech Institute, lanzó un programa de capacitación enfocado en fortalecer habilidades técnicas de 100 profesionales del estado. El enfoque del programa fue diseño y actividades de backend; además, la Semiconductor Alliance organizó en Tijuana un binacional enfocado en talento para la industria.
Por otra parte, la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez y el Instituto Tecnológico de Ciudad Juárez están ampliando los programas académicos centrados en semiconductores con el fin de preparar una fuerza laboral calificada para el desarrollo y la fabricación de componentes necesarios para el funcionamiento de los chips.
Los chips son esenciales en el Plan México de Sheinbaum
De acuerdo con el Plan México que presentó el gobierno federal, el capital humano es fundamental para el desarrollo de la industria nacional de semiconductores y es por ello que se ha planteado la creación de programas en ingenierías, mecatrónica y química, entre otras disciplinas, tanto en universidades públicas como en centros tecnológicos de la iniciativa privada.
En este escenario, señala el documento de la Fumec, los gobiernos estatales, las asociaciones empresariales y las universidades pueden desempeñar un papel importante en la creación de conexiones locales entre empresas y oportunidades de financiamiento que impulsen proyectos de inversión en nearshoring.
Asimismo, señala dos elementos del plan en donde se debe poner atención. Uno es promover la colaboración e intercambio de información entre la industria y la academia para complementar los programas universitarios con planes de estudio específicos para semiconductores.
Esto también implica utilizar la retroalimentación de empresas para identificar, capacitar, contratar y retener a los trabajadores con la capacidad técnica necesaria para llevar a cabo etapas específicas de la cadena de suministro de semiconductores.
Por último, resalta la necesidad de dirigir más inversiones en investigación y desarrollo (I+D) hacia los procesos del sector, reorientar las actividades de I+D existentes para desarrollar la capacidad de las empresas hacia la industria de los chips, buscar la transferencia de tecnología por mandato contractual y fortalecer la protección de la propiedad intelectual.