Personas ‘sanas’ y asintomáticos también están en riesgo
El profesor Al-Aly temía que las personas con comorbilidades como diabetes o enfermedades renales tuvieran un riesgo más alto que las personas sanas, tras la infección de COVID. Pero no es así.
“Incluso las personas que no tenían problemas cardíacos desde el inicio, eran atléticas, no eran obesas, no fumaban ni tenían comorbilidades, fueran afectadas por el COVID de tal manera que manifestaron mayor riesgo de problemas cardíacos que las personas que no contrajeron COVID”, indicó Al-Aly.
Para su estudio, el investigador contrastó los datos de personas que fueron diagnosticadas con COVID-19, con los datos de millones de personas que no contrajeron la enfermedad.
Y fue revelador que la alza en el riesgo de estos problemas cardíacos también afecta a los asintomáticos.
¿Por qué ocurre esto?
“Es posible que el COVID-19 ataque las células endoteliales que recubren los vasos del corazón. Algunas de estas células pueden morir y eventualmente facilitar la formación de coágulos de sangre y bloqueos de las arterias o vasos del corazón”, precisó el investigador para explicar lo que hace el coronavirus en el cuerpo humano.
La llamada proteína espiga funciona como una llave que le permite al coronavirus ingresar a todo tipo de células, incluyendo a las del corazón, indicó Al-Aly. En este sentido, el COVID-19 no es solamente una enfermedad de tipo respiratorio, sino que también afecta al corazón hasta un año después.
La entrevista completa puede ser leída aquí.