Lo anterior abarca desde el estudio de mercado para definir el producto inmobiliario y la zona donde se instalará, adquisición del predio, definición y dimensión del proyecto a desarrollar, financiamiento y captación de capital para su construcción, desinversión del activo y su traslado de dominio, hasta la aportación a un fideicomiso y reportes financieros anuales para empresas privadas y públicas.
CBRE valuó más que 4,500 activos con un valor de más de 40 millones de dólares y en el sector de turismo valoró alrededor de 2,500 millones de dólares en activos ubicados en todo México:
“Este aspecto es de gran relevancia porque muchos de los activos actualmente se encuentran bajo financiamientos bancarios o privados, este tema es de interés para socios y todos los que están implicados en la repartición de las utilidades producidas en estos activos. Cabe resaltar que los bancos mexicanos tienen experiencia y han desarrollado protocolos y medidas de actuación derivados del impacto de la influenza H1N1 en 2009”, resalta Ceja.
Además, el ejecutivo considera que habrá un ajuste en los valores de los hoteles, pues la manera en que se analiza es a través de los ingresos que generan y, por ahora, se han visto mermados en este aspecto.
“Subsecuentemente, los hoteles empezarán a generar ingresos, pero serán por debajo de los niveles que se presentaron en 2019. En este sector, la importancia de saber cómo se van a comportar los valores de ahora en adelante de las propiedades sería sumamente importante”, precisa.
Larga experiencia en valuación de FIBRAS
Otro sector importante son los Fideicomisos de Infraestructura y Bienes Raíces (FIBRAS) que son vehículos destinados al financiamiento para la adquisición y/o construcción de bienes inmuebles, que tienen como fin el arrendamiento y administración de éste.
Fueron creados en 2011 y existen 15 de ellos enfocados en el sector industrial, comercial, oficinas, hotelero y usos mixtos, y más recientemente los que han incursionado en el sector educativo.