Mientras tanto, Estados Unidos parece estar listo para tomar una línea más dura en al menos un tema de gran importancia para China. Horas antes de que comenzara el New Economic Forum el jueves, los legisladores estadounidenses aprobaron un proyecto de ley en apoyo de los activistas prodemocracia en la ciudad semiautónoma de Hong Kong, donde las protestas se han prolongado durante meses.
China ha criticado la legislación, que ahora avanzará a Trump para su aprobación. En caso de convertirse en ley, Washington podría, eventualmente, retirar el estatus comercial especial de Hong Kong si descubre que Beijing no mantiene las libertades únicas de la ciudad.
Un par de figuras políticas de alto rango incluso trazaron paralelos con uno de los enfrentamientos políticos más notorios del Siglo XX.
Estados Unidos y China están “en las estribaciones de una Guerra Fría”, dijo el exsecretario de Estado de Estados Unidos, Henry Kissinger, en el escenario en China, advirtiendo que un conflicto no resuelto podría generar problemas “incluso peores” que cuando estalló la Primera Guerra Mundial hace más de un siglo. El vicepresidente chino Wang Qishan invocó la frase con un tono un poco más esperanzador, cuando pidió a los países que abandonen la “mentalidad de la Guerra Fría”.
Las esperanzas de un acuerdo comercial preliminar no se han desvanecido por completo. El presidente Xi Jinping dijo el viernes que quería llegar a un acuerdo basado en el “respeto mutuo y la igualdad”, informó Reuters. Pero incluso si un acuerdo así se firma pronto, podría no significar mucho.
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“Cuando miro la sustancia de ese acuerdo de fase uno, parece que simplemente estamos saliendo de un agujero que nosotros mismos cavamos”, dijo Anja Manuel, socia de la consultora internacional RiceHadleyGates, a CNN Business en el evento. Los acuerdos para revertir algunos aranceles y reanudar el comercio de algunos productos agrícolas no hacen la diferencia, dijo, simplemente resuelven un problema “que creamos nosotros mismos”.
Sin un progreso significativo, es probable que las corporaciones simplemente se “acomoden” e inviertan menos, agregó Manuel, manteniendo el freno sobre la economía global.
Incluso si Estados Unidos y China llegan a un acuerdo sobre algunos temas relacionados con el comercio, varios expertos en el evento de Pekín mencionaron otros grandes problemas por abordar, como la forma de garantizar una competencia leal en los avances tecnológicos masivos, incluida la red 5G y la inteligencia artificial.
La vacilación y la precaución fueron temas particularmente destacados en China esta semana. Muchos líderes empresariales intentaron evitar dar la apariencia de favorecer a una de las partes del conflicto por sobre la otra.