A México y Estados Unidos los unen, además de los casi 3,100 kilómetros de frontera que comparten, una relación económica y comercial que va más allá del partido que gobierne en la economía más grande del mundo.
Desde la llegada del republicano Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos –enero de 2017- su gobierno intentó eliminar el déficit comercial de su país, sin embargo, las amenazas, la imposición de aranceles y otras prácticas proteccionistas no fueron suficientes porque el balance comercial ha sido positivo... para México.