General Motors anunció el jueves que, tras haber concluido su autoevaluación el lunes y haber obtenido el visto bueno del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) tres días después, reiniciaría de inmediato el ensamble de motores y transmisiones en Silao, Guanajuato y en Ramos Arizpe, Coahuila.
El ensamble de vehículos en Silao, donde se fabrica la pickup Chevrolet Silverado, y Ramos Arizpe, donde se fabrican tres SUV, está programado tentativamente para este viernes, dependiendo del estado de los proveedores de piezas.
Estas dos plantas son claves para la compañía en Norteamérica en tanto que en ellas se ensamblan varios de los best seller de la compañía en la región, como la pickup Chevrolet Silverado que se ensambla en Silao y que es el modelo más vendido de la marca en Estados Unidos, además del crossover Blazer.
Otros fabricantes, como Ford, que opera cuatro plantas en el país, e Infiniti, la marca premium de Nissan que ensambla un SUV en una planta en Aguascalientes compartida con Mercedes-Benz, ya también están calentando motores para el reinicio de sus operaciones de manufactura.
“Ya tenemos completados los protocolos de sanitización en las cuatro plantas [de Ford], que están basados en las experiencias de otras plantas, como la de China, que ya lleva operando tres semanas consecutivas y no ha tenido ni un solo caso, y también en las de Europa, donde nuestras plantas reiniciaron operaciones desde hace una semana y media”, dice en entrevista Enrique Araiza, director de manufactura de Ford de México. “Esta semana completamos el papeleo inicial [la entrega de las autoevaluaciones] y estamos esperando a que [el IMSS] nos responda y que nos dé buenas noticias para poder reiniciar operaciones”, añade.
En el último año, el fabricante estadounidense ha reorganizado sus plantas en el país para producir las nuevas generaciones de modelos con los que busca conquistar a nuevos perfiles de consumidores, como el Mach-E, un eléctrico inspirado en Mustang que se produce en Cuautitlán; o el Bronco Sport, un crossover cuya producción recién empezó en la planta de Hermosillo, con el que Ford busca abrirse paso en el segmento dominado por Jeep Wrangler.