Desde hace cinco días la industria automotriz, una de las tres que recientemente se sumaron a la lista de actividades esenciales, tiene el semáforo en verde para reiniciar operaciones. Y, aunque en un principio hubo escepticismo sobre la velocidad con la que el gobierno aprobaría las autoevaluaciones de las empresas, esta semana ya han abierto sus puertas las primeras plantas.
Así va el arranque de plantas a 5 días de la reapertura del sector automotriz
General Motors anunció el jueves que, tras haber concluido su autoevaluación el lunes y haber obtenido el visto bueno del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) tres días después, reiniciaría de inmediato el ensamble de motores y transmisiones en Silao, Guanajuato y en Ramos Arizpe, Coahuila.
El ensamble de vehículos en Silao, donde se fabrica la pickup Chevrolet Silverado, y Ramos Arizpe, donde se fabrican tres SUV, está programado tentativamente para este viernes, dependiendo del estado de los proveedores de piezas.
Estas dos plantas son claves para la compañía en Norteamérica en tanto que en ellas se ensamblan varios de los best seller de la compañía en la región, como la pickup Chevrolet Silverado que se ensambla en Silao y que es el modelo más vendido de la marca en Estados Unidos, además del crossover Blazer.
Otros fabricantes, como Ford, que opera cuatro plantas en el país, e Infiniti, la marca premium de Nissan que ensambla un SUV en una planta en Aguascalientes compartida con Mercedes-Benz, ya también están calentando motores para el reinicio de sus operaciones de manufactura.
“Ya tenemos completados los protocolos de sanitización en las cuatro plantas [de Ford], que están basados en las experiencias de otras plantas, como la de China, que ya lleva operando tres semanas consecutivas y no ha tenido ni un solo caso, y también en las de Europa, donde nuestras plantas reiniciaron operaciones desde hace una semana y media”, dice en entrevista Enrique Araiza, director de manufactura de Ford de México. “Esta semana completamos el papeleo inicial [la entrega de las autoevaluaciones] y estamos esperando a que [el IMSS] nos responda y que nos dé buenas noticias para poder reiniciar operaciones”, añade.
En el último año, el fabricante estadounidense ha reorganizado sus plantas en el país para producir las nuevas generaciones de modelos con los que busca conquistar a nuevos perfiles de consumidores, como el Mach-E, un eléctrico inspirado en Mustang que se produce en Cuautitlán; o el Bronco Sport, un crossover cuya producción recién empezó en la planta de Hermosillo, con el que Ford busca abrirse paso en el segmento dominado por Jeep Wrangler.
“Nuestra pretensión es arrancar simultáneamente las cuatro plantas. Ahorita tenemos suficiente inventario para arrancar simultáneamente y sin riesgos. Una vez que esto ocurra, vamos a ir escalando producción poco a poco”, dice Araiza.
Aunque la producción de equipo de transporte, que incluye autopartes y vehículos, ya es una actividad esencial, que puede arrancar operaciones desde el 18 de mayo independientemente del semáforo regional, hay marcas que se lo están tomando con calma. Infiniti, por ejemplo, espera reiniciar operaciones el 1 de junio.
“Entendemos que tenemos desde 18 de mayo y hasta 1 de junio para implementar todos los protocolos para poder arrancar. Estamos en esta fase, de implementación, estamos haciendo una capacitación muy fuerte a las plantillas de empleados para que conozcan y entiendan el protocolo perfectamente”, explica Philipp Heldt, director general de Infiniti en México.
Entre todas las plantas, las de Volkswagen y Audi, son las que podrían atravesar más obstáculos para reiniciar operaciones, pese a que desde finales de abril ya tenían un protocolo con más de 100 medidas, elaborado a partir de la experiencia de otras plantas del Grupo que ya reiniciaron operaciones y de las recomendaciones hechas por la OMS y el IMSS. Miguel Barbosa, gobernador de Puebla, dijo el jueves que la entidad no está lista para el reinicio de actividades de la industria automotriz el 1 de junio, por lo que su administración alista un decreto para impedirlo.
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Barbosa apuntó que Volkswagen tiene previstos cursos de capacitación y que se alista para arrancar un turno el lunes 25, hasta restaurar tres turnos el 1 de junio, pero espera que las empresas respeten el decreto.
El fabricante alemán ensambla tres modelos en la planta de Puebla, más otro SUV cuya producción estaba programada para arrancar a finales de este año. Tras casi dos meses de haber parado operaciones, ahora el fabricante alemán tiene el reto de reiniciar pronto para resurtir los inventarios de sus modelos Tiguan y Jetta, que han registrado alta demanda en la región durante el primer trimestre del año.
El regreso a la 'nueva normalidad'
Tras la luz verde que dio el gobierno al sector, algunos fabricantes de autopartes y vehículos han instaurado a contra reloj los protocolos de salud e higiene, a fin de reducir el riesgo de brotes de coronavirus en las plantas. El IMSS tiene hasta 72 horas para autorizar a las empresas su reinicio de operaciones a partir de un cuestionario de 60 preguntas sobre la implementación de las medidas de seguridad.
Mamparas que separan las mesas de los comedores y los asientos en los transportes, box lunch, turnos escalonados, cubrebocas y test en línea serán parte de la nueva normalidad a la que están regresando centenas de empleados a partir de esta semana.
Los trabajadores que este jueves y viernes han regresado a laborar a las plantas de General Motors, por ejemplo, tuvieron que completar un cuestionario antes de salir de sus casas, seguir protocolos de prevención para abordar el transporte de personal, pasar el monitoreo de temperatura al ingresar a los complejos, usar cubrebocas y lentes. A diferencia de cuando dejaron sus labores en marzo, ahora vieron dispensadores de gel antibacterial y toallas desinfectantes por todas partes y tuvieron que mantener el distanciamiento físico con sus compañeros.
Si bien Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, dijo que no establecería planes de inspección a las compañías que reinicien actividades, el IMSS dará seguimiento a la adecuada implementación de los protocolos sanitarios mediante las incapacidades temporales.
Cuando un trabajador registra una enfermedad debe acudir al IMSS para recibir atención médica y para solicitar la incapacidad que le permitirá justificar sus faltas y recibir un porcentaje de su salario. En el caso de COVID-19, el IMSS otorga una ‘incapacidad temporal para el trabajo por enfermedad general’, la cual ampara la ausencia del trabajador en su centro laboral hasta por 14 días con un goce de sueldo equivalente al 60% de su salario.
“Cada empresa tiene un gráfico de incapacidades y si vemos que en algún momento se dispara vamos a platicar con nuestros amigos de la Secretaría del Trabajo para decirles: por qué no visitas a esta empresa porque parece que no está implementando bien sus protocolos”, dijo el lunes, durante la conferencia vespertina, Mauricio Hernández, director de prestaciones económicas y sociales del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Los entrevistados coinciden en que la capacitación será clave para reducir el riesgo de brotes en las plantas y que las recomendaciones deberán ir más allá de los centros de trabajo.
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“Vamos a trabajar mucho en la capacitación. No solo en los protocolos que los empleados deben seguir dentro de las plantas, sino también les vamos a recomendar determinados comportamientos que deben seguir en sus hogares para disminuir las probabilidades de contagio. Una de ellas será continuar, en la medida de lo posible, con el #QuédateEnCasa: de su casa al trabajo y del trabajo a su casa”, dice Araiza.