Eslovaquia, un país que surgió tras la disolución de Checoslovaquia hace 30 años, ha puesto la mira en México como destino de inversión. Terézia Šajgalíková, embajadora de aquel país, tiene un objetivo claro: allanar el camino para la llegada de una primera planta de manufactura al territorio nacional.
Ya hay algunas manos levantadas. Sin revelar nombres, Šajgalíková adelantó en entrevista, que la primera en llegar será una planta dedicada a la pulvimetalurgia -un proceso que se utiliza para producir componentes a partir de metales que normalmente no se alean fácilmente-, que ya cuenta con clientes tanto en México como en Estados Unidos.
México cuenta con dos plantas en aquel país, una de Nemak, enfocada a la fabricación de autopartes de aluminio, que inició operaciones en 2006, y otra de la cementera Cemex, que arrancó en 2013.
La embajadora considera que los principales obstáculos por el que aún no han llegado empresas de aquel país a México es la percepción de que inseguridad ha empeorado y el desconocimiento de las oportunidades que ofrece México como plataforma de exportación, gracias a su red de 14 Tratados de Libre Comercio (TLC) con 50 países, a los que podrían sumarse otros tres, con Ecuador, Reino Unido y Corea del Sur.
La primera vez que Šajgalíková pisó México fue en 1995, para realizar estudios de posgrado en la academia diplomática, Instituto Matías Romero. Tras una buena experiencia, regresó tres años después, en 1998, como parte del comité de la Misión Embajada de Eslovaquia, buscando robustecer los lazos entre los dos países, lo que años más tarde sería piedra angular en su nombramiento como embajadora a finales de septiembre de 2020, tras la entrega de las cartas presidenciales a Andrés Manuel López Obrador.
Hoy, la embajadora de Eslovaquia, un país de apenas 5.4 millones de habitantes, se declara amante de las artesanías mexicanas, principalmente de la talavera poblana, y de de las playas mexicanas, en especial la de Acapulco, cuyo clima cálido contrasta con el frío que prevalece a lo largo del año en su país de origen.
A finales de octubre pasado, Šajgalíková, en conjunto con Ingrid Brocková, viceministra de Relaciones Exteriores y Europeos, tuvieron un encuentro con representantes de la Secretaría de Economía, denominado por la Embajadora como “Misión Empresarial”, el cual se había pactado con la administración anterior de Tatiana Clouthier, pero se llevó a cabo con el nuevo gabinete de Raquel Buenrostro.
A inicios de este mes, ambos países celebraron el 30 aniversario de sus relaciones diplomáticas. Šajgalíková es la séptima embajadora eslovaca en México, la segunda mujer. Su gestión terminará en 2024, pero antes de que eso ocurra, ella espera ver los frutos de su labor materializados en una primera planta instalada en suelo mexicano.