Durante los últimos 40 años, China experimentó una rápida urbanización como consecuencia de sus políticas industriales y el crecimiento demográfico, lo que si bien, lo ha llevado a ser la segunda potencia económica en el mundo, pero en el camino, los elevados niveles de contaminación y los congestionamientos por tráfico no se hicieron esperar.
“Estamos viviendo temperaturas nunca antes vistas, lo que sí nos pone en alerta en cuanto a lo que estamos haciendo con el medio ambiente. Yo creo que usaré bicicleta toda mi vida, pero si tengo que comprarme un coche, sin duda alguna me iría por un eléctrico”, menciona Shahagua Quotzi, una joven de 26 años que trabaja como videasta.
Durante junio, China activó más de 180 alertas por temperaturas extremas, lo cual ha influido también en que las nuevas generaciones se inclinen más por la compra de un auto eléctrico antes que por la de uno a combustión interna.
Incluso la generación anterior a la Z, la de los llamados millennials, está migrando rápidamente hacia los vehículos eléctricos impulsando las ventas de este tipo de unidades en China.
Según la Asociación del Automóvil de China (CAAM), BYD matriculó 1,853,494 automóviles de tecnologías alternativas en 2022, lo que representa un aumento del 211% en comparación con 2021, la mayor alza reportada por todas las compañías que comparten sus datos con dicho organismo. Esto incluye a Tesla, que también tiene una significativa presencia en esa parte del mundo.
La transición hacia los eléctricos no es algo que se logre en uno, en dos ni en cinco años: implica un cambio profundo en tecnologías, esquemas de producción y, sobre todo, en los hábitos de consumo y preferencias.
En 2016, China también tomó medidas para promover esquemas de movilidad más sostenibles al implementar la matriculación "verde" de vehículos eléctricos. Esta iniciativa consistió en asignar placas de color verde a los autos eléctricos, mientras que los vehículos que funcionan con gasolina mantuvieron sus placas azules. Además de este cambio en la matriculación, se otorgaron estímulos directos al mercado, como la exención de impuestos para los vehículos eléctricos.
Recientemente, a fines de junio de este año, el Ministerio de Finanzas de China anunció un paquete fiscal significativo para impulsar la adopción de vehículos de nueva tecnología en los años 2024 y 2025. Los compradores de estos vehículos quedarán exentos de impuestos por un monto de compra de hasta 30,000 yuanes, equivalente a 4,170 dólares. Esta medida se mantendrá en 2026 y 2027, pero se limitará a un descuento de 15,000 yuanes.
El paquete fiscal fue catalogado por los medios nacionales como el mayor incentivo del gobierno chino hacia la industria de los vehículos eléctricos a la fecha.