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El impacto de la política minera de AMLO en el sector... cinco años después

En 2018, México ocupaba el lugar número 48 en el índice de política minera realizado por el Fraser Institute. Para 2022, el país descendió a la posición 44.
lun 04 septiembre 2023 12:00 PM
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De cada 10 pesos de las ganancias de las mineras uno termina perdiéndose por la inseguridad.

Desde el comienzo de la administración actual, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha transmitido un mensaje claro al sector minero en México: no se otorgarán nuevas concesiones durante su mandato. Cinco años después de haber asumido el cargo, la cantidad de proyectos detenidos se ha duplicado y la minería ha retrocedido del quinto al sexto lugar en cuanto a la generación de divisas en el país.

El 8 de mayo de este año, se anunciaron una serie de modificaciones regulatorias en el Diario Oficial de la Federación, afectando leyes como la Ley Minera, la Ley de Aguas Nacionales, y la Ley General de Equilibrio Ecológico y para la Protección al Ambiente, entre otras.

“Con la publicación de la reforma a la Ley Minera en el DOF el 8 de mayo de 2023, se da por terminado un periodo de más de 30 años en el que se trastocó el interés público. Con esta ley se contribuye a la distribución equitativa de la riqueza pública, a la protección del medio ambiente y, sobre todo, a la mejora en las condiciones de vida de la gente”, dijo el mandatario en su quinto informe de gobierno.

Entre las modificaciones más destacadas, destaca la reducción del período de concesiones otorgadas de 80 a 100 años, y la transferencia de las responsabilidades de exploración al Servicio Geológico Mexicano.

Otro de los grandes reveses para el sector llegó en agosto del año pasado, cuando el Gobierno Federal decidió delegar las actividades en torno al litio a la empresa estatal Litio para México, y también en abril de este año, cuando decidió nacionalizarlo.

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Un freno a la inversión

Estos cambios han suscitado preguntas en la industria sobre la rapidez y eficiencia con la que se podrá desarrollar un nuevo catálogo de posibles yacimientos.

En 2018, había un total de 439 proyectos mineros pospuestos, lo que representaba el 36.9% del conjunto registrado en el portafolio de la Secretaría de Economía. Actualmente, la cifra de proyectos aplazados se ha incrementado casi al doble, alcanzando los 837, lo que representa el 69% del total.

Esta situación se produce en un contexto de disminución en el valor de la producción minero-metalúrgica en 2022, que alcanzó la suma de 316,956 millones de pesos, lo que representa una disminución anual del 5.3%. Como resultado, la minería ha retrocedido del quinto al sexto lugar en cuanto a la generación de divisas en el país, según la Cámara Minera de México (Camimex).

Desde la perspectiva de Jaime Gutiérrez, presidente de esta organización, la falta de incentivos para la industria está desalentando la inversión, a la vez que los recientes cambios regulatorios también están teniendo un impacto negativo.

"La incertidumbre está alejando las inversiones, es un hecho... Debemos recordar que las minas tienen un ciclo de vida finito, no son eternas, por lo tanto, la exploración es esencial para mantener esta actividad, de lo contrario, no habrá nuevas minas", afirmó.

En 2018, México ocupaba el lugar número 48 en el Índice de política minera realizado por el Fraser Institute, uno de los centros de investigación y data en torno al sector minero. Para 2022, el país descendió a la posición 44.

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El entorno de inseguridad

Diferentes organismos empresariales como la Confederación de Cámaras Industriales y la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo se han pronunciado en contra del creciente ambiente de inseguridad en el país, que ha afectado a las empresas de todos los giros de negocio; y el sector minero no es la excepción.

Por ejemplo, en 2018, la Camimex consideraba que la razón de los proyectos postergados en minería eran por los precios bajos de los minerales que habían prevalecido en los años anteriores, limitando así la capacidad de inversión de las empresas.

Hoy en día la realidad es diferente. El organismo gremial estima que la mayoría de los proyectos en el país están postergados por el retraso en el otorgamiento de permisos y por la inseguridad.

“Otro aspecto que enfrentó el sector fue el deterioro de la seguridad pública que ha afectado a todos los estados y que provocó mayores gastos en la seguridad patrimonial, así como el encarecimiento de seguros para el traslado de insumos y minerales”, añade en su informe anual.

El organismo también estima que las mineras pierden por la inseguridad uno de cada 10 pesos ganados en producción, puesto que un 10% de los ingresos generados por los complejos mineros se destinan a vigilancia y custodia.

Los gastos en seguridad privada para el sector en 2022 ascendieron a 92.9 millones de dólares frente a los 90.1 millones de dólares registrados un año antes. En 2018, los gastos por concepto de seguridad privada no aparece en el informe.

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