La propagación del coronavirus COVID-19 vino a acelerar -y profundizar- algo que ya se preveía desde al año pasado: la economía está entrando en fase de recesión. En poco más de tres meses, esta pandemia ha infectado a casi 213,000 personas en todo el mundo. Para contener el avance, algunas economías han realizado medidas como el cierre de sus fronteras y han puesto en cuarentena a ciudades completas. Esto ha sido un duro golpe para la actividad económica.
MINUTO A MINUTO: Lo último sobre la pandemia de coronavirus
La certeza de que las principales economías del mundo (China y Estados Unidos) se contraerán durante los siguientes trimestres es cada vez mayor. Y arrastrarán a economías que dependen de ellas, como México y sus empresas. Por eso, en lo que va de marzo, el principal índice de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), el IPC, ha caído 14%, a 35,532.74 puntos, su nivel más bajo desde noviembre de 2011.
El mercado siempre suele reaccionar de forma más dramática ante los eventos financieros y económicos. Analistas, especialistas y traders saben que en tiempos turbulentos, como los actuales, hay que tener nervios de acero para no salir corriendo y ver algunas de las oportunidades que se presentan.
Cuando el mercado está a la baja, “no todo el mundo sale a vender, alguien está comprando también, hay posiciones en corto”, dice Guillermo Delgado, director de Operaciones de Black Wallstreet Capital México (BWC), firma de asesoría en inversiones.