El Promedio Industrial Dow Jones cayó a 33,147.25 unidades para terminar el año con una variación negativa de 8.8%, mientras que en el mismo periodo el S&P 500 bajó 19.4%, al quedar en 3,839.50 unidades. El índice tecnológico Nasdaq Composite fue el más lastimado por las altas tasas de interés ya que perdió 33.1% en 2022, al quedar en un nivel de 10,466.48 unidades.
"El 2022 resultó ser el año más desafiante para los inversioistas en más de una década, ya que múltiples vientos en contra afectaron la economía y los mercados. La inflación alta de cuatro décadas, el endurecimiento agresivo del banco central, una guerra en Ucrania y los bloqueos en China contribuyeron a un rápido ajuste en las tasas de interés, las valoraciones y el sentimiento. Como resultado, la mayoría de los principales índices bursátiles alcanzaron su punto máximo el primer día de negociación del año y han tenido una tendencia a la baja desde entonces", indicaron analistas de la consultora Edward Jones.
Agregaron que con una gran incertidumbre sobre el contexto macroeconómico, los inversores se dirigen a 2023 con una mentalidad cautelosa. "De cara al futuro, creemos que la inflación y las medidas del banco central seguirán al mando en 2023, pero las condiciones podrían empezar a cambiar lentamente de forma más favorable para los mercados", añadieron.
Una de las grandes sorpresas para el próximo año podría ser la rapidez con la que se desploma la inflación, pero es probable que eso venga acompañado de un crecimiento económico mucho más lento. Las agresivas subidas de tipos de interés de la Fed y el fuerte aumento de los costes de los préstamos afectarán a la economía con retraso y, como resultado, el riesgo de recesión es alto.