Que una marca de cerveza le haya exigido a sus consumidores nunca comprar sus productos si fomentaban la violencia hacia las mujeres, encendió la conversación. Y no solo porque esta campaña iba en contra de la regla básica del marketing, que es promover las ventas, sino por la osadía que significaba hablar frontalmente de un tema polémico, más aún cuando la marca llevaba años siendo calificada como sexista por su publicidad que reforzaba los estereotipos de género.
Pero la campaña de Tecate, de 2016, fue reconocida debido al compromiso empresarial de la firma para utilizar su influencia entre los hombres y evitar la violencia contra las mujeres. Los consumidores la aplaudieron. También lo hicieron los expertos de la industria a nivel nacional e internacional. De hecho, fue acreedora al Glass Lion, un reconocimiento a la lucha contra la imposición de roles de género, en el festival de creatividad más importante del mundo Cannes Lions.