Afirmó también que no existe "otro principio más maravilloso que la paz" y agradeció a los militares y policías porque sabe de la "sacrificada, esforzada labor que cumplen", porque muchos de ellos están también lesionados.
De su lado, narra EFE, el presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), Jaime Vargas, sostuvo que se debe respetar la Constitución, entre otros aspectos, en el campo de la consulta previa antes de acciones sobre sus territorios.
Y, en un resumen del proceso "de lucha y resistencia", enumeró que los indígenas han tenido más de 2,000 heridos, más de 1,000 presos, alrededor de 10 asesinados, alrededor de más de 100 desaparecidos en el país", así como "tortura de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional".
En esa línea, pidió la renuncia de la ministra de Gobierno (Interior), María Paula Romo, y del titular de Defensa, Oswaldo Jarrín, pues "solo así el pueblo ecuatoriano tendrá paz y libertad y la oportunidad de seguir dialogando para construir proyectos participativos, que beneficien verdaderamente al país y al pueblo".
Tanquetas patrullaron este domingo las calles de la capital de Ecuador, Quito, después de que la policía y los manifestantes chocaran y muchos desafiaran un toque de queda impuesto por el presidente Lenín Moreno en un intento por calmar los disturbios causados por unos recortes a subsidios de combustibles.
Los ecuatorianos publicaban más temprano en las redes sociales algunos videos mostrando bloqueos de calles con quema de objetos y enfrentamientos entre multitudes y fuerzas de seguridad en el centro de Quito antes de la primera ronda de conversaciones destinada a terminar con días de disturbios.
La ministra del interior dijo que un grupo de "vándalos" había incendiado nuevamente las oficinas de la contraloría y que unas 500 personas habían desafiado barreras policiales en la ciudad.
Los incidentes fueron los peores en el pequeño país sudamericano en más de una década y el más reciente momento álgido de la oposición al Fondo Monetario Internacional en Latinoamérica.
Moreno ha presentado la disputa como una batalla entre Venezuela y otras fuerzas de izquierda, por un lado, y las ideologías más orientadas a los mercados, por otro.
Casi 60 caminos en la ciudad estaban cerrados, dijo el gobierno municipal, sin dar más detalles.