"Cualquier persona que deba salir de Beijing deberá entregar un certificado que pruebe haber dado negativo en un test realizado en los últimos siete días", indicó Chen Bei, secretario general adjunto de la alcaldía de Beijing.
Autoridades de la capital indicaron que no pedirán a las empresas o fábricas que dejen de trabajar, pero sí alentarán el teletrabajo, informaron medios estatales el martes, que citaron declaraciones de las autoridades municipales.
La comisión de educación local anunció el cierre de todas las escuelas, colegios y universidades, la mayoría de los cuales habían reabierto, y los alumnos retomarán sus cursos en línea.
El origen del nuevo brote se ubica en el mercado mayorista de Xinfadi, en el suroeste de Beijing, donde cada día cambian de manos miles de toneladas de verduras, frutas y carne.
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Al lunes Beijing había designado 27 barrios como de riesgo medio, que deben adoptar medidas estrictas ante la posible entrada del virus. Sus miles de habitantes no tienen derecho a salir de ellas, pero pueden recibir comida.
"La situación epidémica en la capital es extremadamente grave", dijo Xu Hejian, portavoz del ayuntamiento, que habló de "carrera contrarreloj" contra el coronavirus.
La ciudad empezó a hacer decenas de miles de pruebas, pese a que la enfermedad, que apareció en China en diciembre pasado, había prácticamente desaparecido.