El líder brasileño, uno de los más escépticos sobre la gravedad del virus, confiaba en que el resultado de este tercer examen fuera negativo para poder retomar sus actividades públicas, las cuales se vio obligado a interrumpir tras contraer la enfermedad que el mismo ha calificado de "gripecita".
Los viajes a los estados brasileños de Bahia y Piauí que el mandatario tenía "en su radar" para los próximos días quedan en suspenso, dijeros asesores del presidente a la agencia AFP.
Desde que dio positivo, Bolsonaro, de 65 años, ha despachado por videoconferencia desde su residencia oficial en Brasilia, el Palacio de la Alvorada, donde ha sido visto alimentado a los ñadúes que campan a sus anchas por los jardines y participando en las ceremonias en que es arriada la bandera nacional.
Desde el pasado sábado el capitán de la reserva del Ejército también ha mantenido encuentros diarios con pequeños grupos de seguidores, con quienes ha guardado la distancia gracias a un estrecho canal de agua de unos tres metros de ancho.
Jair Bolsonaro vuelve a dar positivo en un nuevo examen de coronavirus
Sus simpatizantes lo vitorearon durante unos 50 minutos desde el otro lado de un estanque de agua.
En cada ocasión Bolsonaro ha intentado mostrar que se encuentra en buen estado, lo que ha atribuido en buena medida a la cloroquina, un fármaco antipalúdico con el que el mandatario está siendo tratado pese a que su eficacia contra el coronavirus no ha sido comprobada científicamente, sobre todo en casos leves, como el del presidente.