Previamente, Trump había concedido el perdón presidencial a John Ponder, un antiguo preso por robo y que ha lanzado una asociación para facilitar la reinserción.
"La vida de Ponder es un hermoso testimonio del poder de la redención", aseveró el mandatario.
Otro hito, aunque no en vivo, fue el mensaje del secretario de Estado, Mike Pompeo, grabado en Israel durante una gira oficial.
"El presidente Trump puso en práctica su visión de Estados Unidos primero. Puede que no lo haya hecho popular en todas las capitales del mundo, pero funcionó", afirmó Pompeo, al repasar la ofensiva contra China e Irán, el acercamiento a Corea del Norte y... la mudanza de la embajada estadounidense a Jerusalén.
La fe, la libertad religiosa, las menciones a Dios y los pedidos de bendiciones para Estados Unidos fueron una constante en esta segunda noche de convención.
El discurso de Pompeo, que no tocó temas como Venezuela o Cuba, no sólo será recordado por subrayar la política exterior de Trump con la Ciudad Santa de fondo, sino por difuminar los límites entre diplomacia y política partidaria, algo que la campaña de Biden consideró como un "uso descarado de su cargo para propósitos abiertamente políticos".
Trump, 7.6 puntos porcentuales en promedio por debajo de Biden en las encuestas, volverá a estar en el ojo de la tormenta por eso el jueves, cuando pronuncie su discurso de aceptación de la candidatura de su partido desde la propia Casa Blanca.