La cepa del virus habría surgido de un cerdo portador a la vez de la gripe aviar y la gripe humana.
El virus de la rabia transmitido por los perros y los zorros infectados, diferente al de los murciélagos, es por su lado responsable de la gran mayoría de las 59,000 muertes anuales provocadas por esta enfermedad.
Entre los mamíferos salvajes, los grandes monos han servido de hospedador intermediario para el VIH (a partir del Virus de Inmunodeficiencia en Simios, o VIS) y para el Ébola, mientras que el dromedario parece ser "un gran hospedador reservorio del MERS-CoV y una fuente animal de infección en el hombre", incluso si "el papel preciso que desempeñan esos animales en la transmisión del virus y el modo exacto de transmisión no se conocen", señala la OMS.
Las aves también son sospechosas
Los roedores también son conocidos por ser los reservorios de muchos virus, entre ellos algunos responsables de epidemias en los seres humanos, como la fiebre hemorrágica de Lassa, endémica en varios países del oeste de África.
La gripe española de 1918-1919, la gripe "asiática" en 1957, la gripe "de Hong Kong" once años más tarde, la gripe H1N1 en 2009: todos los virus responsables de las grandes pandemias gripales tuvieron directa o indirectamente un origen aviar.
Otras dos cepas de gripe aviar, H5N1 entre 2003 y 2011, y luego H7N9 desde 2013, dieron lugar en Asia a contagios directos con las aves infectadas, o en casos muy raros de transmisión interhumana.
Las aves salvajes pueden constituir el punto de partida de esas epidemias, y las aves de criadero desempeñan muy a menudo un papel de "poblaciones amplificadoras", observa Eric Fèvre, porque la densidad de los criaderos de aves "genéticamente muy similares", los vuelve muy "receptivos" al virus.
Luego las mutaciones pueden favorecer su paso al ser humano, como en el caso del virus H5N8, presente en muchas granjas europeas desde hace algunos meses, y que fue detectado en Rusia en siete trabajadores de una planta de procesamiento de aves.
Con información de AFP y EFE