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El sur de Estados Unidos no quiere vacunarse aunque los casos de COVID-19 suben

Los contagios de coronavirus en el país norteamericano se han duplicado en las últimas tres semanas, mismo periodo durante el cual el ritmo de inmunización cayó a la mitad.
mié 14 julio 2021 03:33 PM
¿Por qué no quieren vacunarse en Estados Unidos? Las autoridades sanitarias norteamericanas ya han levantado las alertas por la baja vacunación en un contexto donde la variante Delta, más contagiosa que otras detectadas, puede provocar una nueva ola de contagios en el país.
La primera dama, Jill Biden, se ha embarcado en una gira por estos estados sureños para incentivar la campaña de vacunación y convencer a los escépticos, quienes, afirmó, consideran que el virus no es “grave”.

La gente del sur de Estados Unidos no se quiere vacunar contra el COVID-19. Esto sumado al avance de la variante Delta del coronavirus, más contagiosa que las otras, ha hecho que los casos diarios de la enfermedad vuelvan a subir en un país cuyo presidente anunció que sería "independiente" de esta enfermedad muy pronto.

Estados Unidos registra 23,909.37 casos diarios de COVID-19 diarios promedio en los últimos 7 días, cuando hace tres semanas la media de contagios diarios era de 11,408 casos, de acuerdo con datos de la Universidad Johns Hopkins. Esto quiere decir que los contagios de COVID-19 han aumentado un 109.58% en este periodo, más el doble.

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Biden asegura que su país tiene una pandemia de “no vacunados”

En la última semana, los casos de COVID-19 han vuelto a superar la cifra de los 20,000 diarios, algo no visto en Estados Unidos desde el pasado mayo.

La gente del sur de Estados Unidos no se quiere vacunar contra el COVID-19. Esto sumado al avance de la variante Delta del coronavirus, más contagiosa que las otras, ha hecho que los casos diarios de la enfermedad vuelvan a subir en un país cuyo presidente anunció que sería “independiente del COVID-19” muy pronto.
El promedio diario de casos de COVID-19 en Estados Unidos ha aumentado un 109.58% en las últimas tres semanas.

En contraste, el ritmo de vacunación sigue desacelerándose. El número de dosis promedio de dosis aplicada pasó de un millón 110,000 el 20 de junio a 532,556 el 13 de julio, según indica Our World in Data. Es decir, la vacunación diaria ha disminuido un 51.58% en las últimas tres semanas.

La primera vacuna se administró en Estados Unidos en diciembre de 2020, y durante la primavera se llegaron a inyectar más de 3 millones de dosis diarias, cifra que ahora apenas llega a unos cientos de miles.

Esta ralentización ha provocado que no se alcance la meta señalada por el presidente estadounidense, Joe Biden, quien marcó el 4 de julio como la fecha para llegar al 70% de los adultos con una dosis.

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Ambas cifras están conectadas porque, de acuerdo con los médicos en Estados Unidos, la mayoría de los nuevos casos de COVID-19, así como las hospitalizaciones y las muertes, se dan entre personas no vacunadas.

Rochelle Walensky, la directora de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), dijo que más del 99% de las muertes por COVID-19 en junio se produjeron entre las personas no vacunadas, según un reporte de la cadena CNN.

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En redes sociales, han aparecido varios testimonios sobre personas que primero atacaron a los promotores de la vacunación y después murieron por COVID-19.

Por ejemplo, Olivia Guidry, una enfermera de Luisiana, aseguraba en un tuit que las vacunas usaban una tecnología de "ADN recombinante" —las vacunas en realidad usan una tecnología de ARN mensajero— que modificaba el ADN a niveles moleculares, por lo que pedía a sus seguidores no usarla.

En un mensaje publicado el 12 de julio en la misma red social, el político demócrata Jon Cooper aseguró que Guidry murió el sábado por complicaciones de la enfermedad.

Amigos y colegas de la enfermera de emergencias lamentaron en redes sociales su muerte, después de que fue diagnosticada con COVID-19 a principios del mes de acuerdo con un reporte del diario The Advocate. Sin embargo según la autopsia del Hospital General Ochsner Lafayette —donde Guidry trabajaba—, la causa de la muerte de la joven aún no es clara.

Disparidad regional en la vacunación de COVID-19

Luisiana, Mississipi, Arkansas y Tennessee han visto incrementar sus casos diarios de COVID-19 más de un 100% de la última semana.

Además, las autoridades han advertido sobre la creciente disparidad regional en las vacunaciones, con varios estados, especialmente en el sur, como Georgia, Mississippi, Alabama y Luisiana, que no llegan al 40% de su población vacunada.

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Fauci advirtió, en este sentido, del peligro de que el país se divida en "uno que está vacunado y protegido y otro que está sin vacunar y con mucho riesgo”.

En Mississippi, donde solo el 33% de la población adulta está vacunada, la variante Delta está haciendo estragos.

"Delta nos ha tomado por sorpresa por completo. Estamos viendo muchos brotes", recalcó Thomas Dobbs, director de salud del estado, en una entrevista con la cadena CNN, y apuntó la especial incidencia entre los más jóvenes.

Otro ejemplo es Missouri, que tiene uno de los peores brotes de la variante Delta.

La situación en el estado es tan grave que el gobierno estadounidense ha desplegado un equipo de refuerzo para ayudar a detener la propagación, que incluye miembros de los CDC y de la Agencia Federal de Gestión de Emergencias.

"No sabemos nada sobre las vacunas"

Otro estado que vive las consecuencias de la baja vacunación es Georgia. En el último mes, el promedio de casos diarios de COVID-19 pasó de 337 contagios a 742, un incremento de 120%, de acuerdo con cifras de The New York Times.

En este estado del sur de la Costa Este solo un 37.4% de la población está totalmente vacunado. Al igual que en otros estados sureños, el ritmo de vacunación se ha reducido. En las últimas tres semanas, el promedio diario de dosis aplicadas ha disminuido un 68%.

En el estado y en otras regiones de Estados Unidos muchas personas no quieren la inmunización.

Una reciente encuesta de la aseguradora Kaiser Family Foundation indicó que un 20% de los adultos del país tienen dudas acerca de las vacunas, de los cuales un 6% aseguró que solo se pondría el suero si es requerido en el trabajo y un 16% que no planea ser vacunado.

En Valdosta, Georgia, una pequeña ciudad de apenas 56,000 habitantes al sur del estado, Anthony B. pasa buena parte del día escribiendo mensajes en grupos de Telegram para pregonar un mensaje que, asegura, es el asunto más relevante de estos tiempos: No a las vacunas contra el COVID-19.

Aunque asegura que no cree en teorías conspirativas, el hombre de 43 años, que pidió reservar su apellido, afirma haber investigado lo suficiente para saber que las vacunas, más allá de no prevenir el contagio o agravamiento del COVID, genera daños irreversibles a la salud.

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"¿Quién te dice que esto no provocará autismo u otras enfermedades neuronales en el futuro?", señala a Expansión vía telefónica. "No sabemos nada de las vacunas, todo se ha sentido como un engaño".

Pese al aumento de casos, Anthony B. es firme en su convicción de que las vacunas no son la solución, sino una puerta a enfermedades crónicas y otro tipo de complicaciones que no tienen sustento en la ciencia.

Las autoridades sanitarias de Estados Unidos, así como la Organización Mundial de la Salud (OMS), aseguran que las vacunas han ayudado a ralentizar el avance de la pandemia y disminuyen significativamente los riesgos en caso de contagio, incluso en las nuevas variantes.

"Estoy seguro que a mí me ha dado COVID al menos dos veces" dijo sin ofrecer pruebas adicionales al respecto. "La mejor vacuna es seguir con nuestras vidas".

Anthony no es el único ni el más poderoso detractor de las vacunas en el sur de Estados Unidos. El lunes, el gobierno de Tennessee despidió a Michelle Fiscus, la directora de los programas de inmunización y enfermedades prevenibles con vacunas del Departamento de Salud del estado por promover la vacunación entre los adolescentes.

Fiscus dijo que era un chivo expiatorio que fue despedido para apaciguar a los legisladores estatales enojados por los esfuerzos del Departamento de Salud para vacunar a los adolescentes contra el coronavirus, de acuerdo con un reporte del diario Tennessean .

La agencia ha reducido los esfuerzos para vacunar a los adolescentes desde junio.

"Mi trabajo era proporcionar educación basada en evidencia y acceso a vacunas para que los habitantes de Tennessee pudieran protegerse contra el COVID-19", dijo Fiscus en una declaración escrita. "Ahora me han despedido por hacer exactamente eso".

La variante Delta preocupa a la Casa Blanca

Las autoridades sanitarias de Estados Unidos ya han levantado las alertas por la baja vacunación en un contexto donde la variante Delta puede provocar una nueva ola de contagios en el país.

"Está muy claro que esta es una variante terrible. Tiene mucha más capacidad de transmitirse de persona a persona", afirmó Fauci, en una entrevista en la cadena ABC lanzada el viernes.

A pesar de que Estados Unidos es el país con mayor número de inoculaciones del mundo, se encuentra en alerta ante el preocupante incremento de los casos de la variante Delta, que representa ya más del 50 % de los contagios a nivel nacional y el 80 % en algunos estados en los que el porcentaje de la población vacunada es bajo.

Fauci, no obstante, remarcó que "las buenas noticias son que las vacunas existentes funcionan bien" contra esta variante.

El epidemiólogo dijo el martes que incluir dosis de refuerzo en el esquema de vacunación contra el COVID-19 no era necesario por el momento.

“Todavía no hemos vacunado a las suficientes personas para hablar de una dosis de refuerzo”, dijo Fauci a la CNBC y enfatizó que esta discusión no tiene nada que ver con la efectividad de la vacuna.

Consciente de esos problemas, la Casa Blanca ha redoblado los esfuerzos y ha indicado que irá "puerta por puerta" si es necesario. La primera dama, Jill Biden, se ha embarcado en una gira por estos estados sureños para incentivar la campaña de vacunación y convencer a los escépticos, quienes, afirmó, consideran que el virus no es "grave".

Y el propio presidente Joe Biden suplicó el 6 de julio a quienes aún se resisten a vacunarse contra el COVID-19 que lo hagan para poder contener la variante Delta. "Por favor, vacúnense ahora. Funciona, es gratis y nunca ha sido tan fácil, ni tan importante", dijo Biden en un discurso en la Casa Blanca.

Este miércoles, en un intentó de animar a los más jóvenes, la cantante pop y actriz Olivia Rodrigo, visitó la Casa Blanca para grabar videos que invitan a los adolescentes y adultos jóvenes a vacunarse contra el COVID-19.

Olivia Rodrigo, de 18 años, es conocida por éxitos como "deja vu", "drivers license" y "good 4 u" y por protagonizar la serie de Disney+ High School Musical, El musical...La serie. La joven tiene 14. 4 millones de seguidores en Instagram y 9.4 millones de seguidores en TikTok.

“La administración Biden-Harris está haciendo un esfuerzo continuo para conseguir que más jóvenes se vacunen, incluyendo el trabajo con las escuelas, los pediatras, los campamentos de verano y aprovechando las redes sociales y las celebridades influyentes", dijo un funcionario de la Casa Blanca.

Según un informe de junio de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), los adultos más jóvenes se vacunan a un ritmo mucho menor que los adultos más mayores.

Al ritmo actual, el 70% de la población estadounidense no recibirá la primera dosis de la vacuna hasta el 1 de diciembre, según un análisis de Reuters de las cifras de vacunación de Our World in Data.

Con información de Gonzalo Soto y las agencias Reuters y EFE

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