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Irlanda del Norte: el tema espinoso que aún es el motivo de disputa en el brexit

Reino Unido se separó de la Unión Europea formalmente hace un año y medio, pero la aplicación de los acuerdos en Irlanda todavía es un problema entre Londres y Bruselas.
mié 04 agosto 2021 05:04 PM
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Los unionistas consideran que los controles a las mercancías impuestos por el protocolo entre Gran Bretaña e Irlanda del Norte equivalen a separarlos administrativamente del resto del país.

El brexit cada vez parece más una mala serie de televisión que se niega terminar. A pesar de que oficialmente hace año y medio se concretó, los términos en los que Reino Unido salió de la Unión Europea y su aplicación aún causan controversia, sobre todo los relacionados con la frontera entre Irlanda e Irlanda del Norte.

El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, ya ha manifestado su interés para renegociar las disposiciones posbrexit en Irlanda, una posibilidad que Bruselas ya ha negado. A continuación explicamos qué hay que saber sobre este nuevo capítulo de la saga del brexit.

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¿Cuándo salió Reino Unido de la Unión Europea?

Reino Unido abandonó oficialmente la Unión Europea el 1 de febrero de 2020, más de tres años después de que los británicos votara por una apretada mayoría a favor de abandonar el bloque.

Hasta el 31 de siembre de 2020, estuvo vigente un periodo de transición de 11 meses, en los que Bruselas y Londres negociaron su relación a partir de entonces, después de una relación de 47 años.

Acuerdo de retirada de Reino Unido a la Unión Europea

Reino Unido selló un acuerdo comercial por el brexit con la Unión Europea el 24 de diciembre de 2020, apenas siete días antes de que abandone uno de los mayores bloques comerciales mundiales, en su giro global más significativo desde que perdió el imperio.

"Este acuerdo significa una nueva estabilidad y certeza en lo que ha sido una relación a veces agria y difícil", afirmó el primer ministro británico Boris Johnson en Londres.

Y dirigiéndose a sus ex socios europeos, aseguró: "Seremos sus amigos, sus aliados, su apoyo y, no lo olvidemos, su primer mercado porque, aunque hayamos abandonado la UE, este país permanece cultural, emocional, histórica, estratégica y geopolíticamente unido a Europa”.

Sin un acuerdo con los 27, las relaciones entre ambas partes habrían pasado a regirse por las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que implican aranceles y cuotas y una montaña de formalidades burocráticas que amenazaban con colapsar los puertos británicos, provocar desabatecimiento de productos y disparada de precios.

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Tras una larga noche de negociación en Bruselas, surgieron el 24 de diciembre problemas de última hora con las cuotas pesqueras que mantuvieron a todos en vilo, llegando incluso a hacer temer un fracaso.

Reino Unido y la UE alcanzan acuerdo equilibrado del Brexit y esperan aprobación

El acceso de los pescadores europeos a los ricos caladeros británicos fue así hasta el final un escollo en las conversaciones, que ya habían resulto cuestiones espinosas como las formas de protegerse de la competencia desleal.

La cuestión pesquera no tiene gran peso económico pero sí una importancia política y social para Estados miembros como Francia, Holanda o Dinamarca. Y para el Reino Unido, que convirtió este tema en la prueba de su soberanía recuperada.

Este complejo texto, 2,000 páginas según medios británicos, tendrá aún que ser ratificado por el Parlamento Europeo y los diputados británicos de Westminster. Apenas hasta el 29 de abril de 2021 el documento fue aprobado por los eurodiputados.

Con este nuevo tratado comercial, la UE ofrece a su ex socio un acceso inédito sin aranceles ni cuotas para su inmenso mercado de 450 millones de consumidores.

Esta apertura irá acompañada de estrictas condiciones: las empresas del Reino Unido deberán respetar un número de normas que evolucionarán con el paso del tiempo en materia de medioambiente, derechos laborales y fiscales, para evitar cualquier competencia desleal.

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El protocolo de Irlanda del Norte

El protocolo norirlandés, negociado en 2019 entre Londres y Briselas, mantiene a la provincia británica en el mercado único y en la unión aduanera europea para las mercancías.

Este texto, establecido para no poner en peligro la frágil paz concluida en 1998 en Irlanda del Norte, es malo para los negocios y debe ser "abolido", según Robin Mercer.

Durante tres décadas, Irlanda del Norte fue escenario de enfrentamientos entre unionistas favorables a seguir bajo la corona británica y republicanos, partidarios de una reunificación de Irlanda. El conflicto ha causado 3,500 muertos.

El protocolo se concibió para evitar la perspectiva de controles y vigilancia de las mercancías en tránsito en la frontera, donde se centraron los incidentes. Con él los controles se trasladan a los puertos irlandeses. Sin embargo, para ello fue necesario introducir controles aduaneros a las mercancías que llegan a Irlanda del Norte procedente de Gran Bretaña.

El Parlamento Europeo aprueba acuerdo posbrexit y termina con el largo proceso

Entre los productos que Gran Bretaña no puede mandar a Irlanda del Norte se encuentran las carnes refrigeradas, lo que llevó a bautizar el conflicto como "guerra de las salchichas".

Los unionistas consideran que los controles a las mercancías impuestos por el protocolo entre Gran Bretaña e Irlanda del Norte equivalen a separarlos administrativamente del resto del país.

"No puede haber diferencia de estatus entre Irlanda del Norte y el resto del Reino Unido sin nuestro acuerdo, y no hemos dado nuestro acuerdo", declaró en mayo el unionista David Campbell.

"Ningún otro país del mundo toleraría que los proveedores se vean obligados a rellenar declaraciones aduaneras para llevar mercancías de un lugar a otro en su territorio", dijo a los diputados británicos. "¿Por qué demonios sería aceptable en el Reino Unido?"

El primer ministro británico, Boris Johnson, había prometido una relación comercial sin obstáculos con Irlanda del Norte. Pero en las primeras semanas del año, las nuevas normas provocaron dificultades de suministro y algunos estantes de los supermercados estaban vacíos.

Ante esta situación, el gobierno de Boris Johnson decidió unilateralmente prolongar el periodo de gracia de algunos controles, especialmente los agroalimentarios, lo que llevó a la Comisión Europea a iniciar un procedimiento de infracción contra el Reino Unido.

Reino Unido busca renegociar su acuerdo de salida de la Unión Europea

Durante la cumbre del G7, celebrada en Reino Unido a inicios de junio, Johnson amenazó con suspender el acuerdo del brexit en Irlanda del Norte, pese a los llamados europeos por cumplirlos.

"Si se sigue aplicando de esta manera el protocolo, no dudaremos en invocar el artículo 16" del acuerdo sobre Irlanda del Norte, que permite suspender ciertas disposiciones, dijo Johnson en Sky News.

Unos días después, Johnson dijo que el gobierno británico se reserva el derecho de actuar unilateralmente en el conflicto con la Unión Europea bautizado por la prensa como "guerra de las salchichas", en el marco de las tensiones postbrexit.

"Salvo que veamos progresos en la aplicación del protocolo, que para mí en su forma actual es desproporcionado, deberemos tomar las medidas necesarias", indicó en la sesión semanal de preguntas de los diputados al gobierno.

Casi un mes después, el 21 de julio, Reino Unido solicitó a la Unión Europea negociar en profundidad las disposiciones específicas acordadas para Irlanda del Norte en el marco del brexit, a lo que Bruselas se negó rotundamente.

"Sencillamente no podemos seguir así", afirmó el ministro encargado de cuestiones europeas, David Frost, en la cámara alta del parlamento, al presentar las demandas británicas.

El gobierno de Boris Johnson quiere negociar que los productos británicos destinados al mercado de Irlanda del Norte pero no al de la UE puedan entrar en la región sin apenas controles aduaneros. También quiere que se acepten allí sus normas comerciales y no sólo las europeas, para que las mercancías puedan circular sin obstáculos.

"Estas propuestas requerirán cambios significativos en el protocolo de Irlanda del Norte", reconoció Frost, llamando a "acordar rápidamente una moratoria" sobre su aplicación.

Pero los europeos siempre ha rechazado este tipo de medidas, por considerarlas un peligro para la integridad de su mercado.

Y el miércoles, aunque se declaró dispuesto a buscar "soluciones innovadoras", el vicepresidente de la Comisión Europea, Maros Sefcovic, dejó claro que "no aceptaremos una renegociación del protocolo".

Por su parte, Simon Coveney, jefe de la diplomacia irlandesa, recordó que el texto había sido acordado por ambas partes y "animó al Reino Unido a trabajar en colaboración con la UE para identificar soluciones viables".

Londres y Bruselas ya han llegado a un acuerdo que permitía seguir enviando carne refrigerada a los comercios de la región durante otros tres meses, hasta el 30 de septiembre.

Según un documento enviado a la Comisión Europea el miércoles, la moratoria pedida ahora por Londres incluiría ampliar los actuales periodos de gracia y cesar las acciones judiciales por parte de la UE.

Esta solución permitirá "abordar los problemas en su conjunto", en lugar de pedir varias prórrogas sucesivas, explicó el ministro para Irlanda del Norte, Brandon Lewis.

Al día siguiente, en una conversación telefónica con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, Johnson reiteró que el protocolo norirlandés que regula el comercio con esa región británica es "inviable" e "instó a la UE a estudiar seriamente las propuestas" presentadas por su gobierno el miércoles, informó Downing Street en un comunicado.

Por su parte, Von der Leyen aseguró que la UE se mostrará "creativa y flexible en el marco del protocolo". "Pero no lo renegociaremos", advirtió en Twitter.

Sin embargo Bruselas ya ha cede un poco. El 29 de julio, la Comisión Europea anunció decidió hacer una pausa en su acción legal contra el Reino Unido por las persistentes divergencias relativas a la aplicación de los acuerdos de brexit en Irlanda.

"Queremos darnos el espacio para encontrar soluciones duraderas para la implementación del protocolo. Por este motivo, hemos decidido que en esta etapa no avanzaremos a la siguiente fase del procedimiento de infracción contra el Reino Unido", dijo una portavoz de la Comisión Europea.

"El Reino Unido logrará mucho más si acepta el protocolo negociado y buscara mejorarlo, en lugar de cuestionar su existencia por completo", escribió Billy Melo Araujo, profesor en Unión Europea y Derecho Económico Internacional de la Queen’s University Belfast para The Conversation.

Con información de AFP

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