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Los talibanes celebran su victoria tras la salida de EU de Afganistán

Los militantes islamistas celebran el fin de una intervención militar estadounidense de casi 20 años, pero enfrentan la incertidumbre ante el futuro del país.
mar 31 agosto 2021 01:34 PM
Los talibanes celebran este martes en las calles de Kabul su triunfo tras la salida de los últimos soldados estadounidenses de Afganistán. Esto pone fin a 20 años de una guerra devastadora y abre un nuevo capítulo para este país de Asia central, marcado por la incertidumbre.
Después de una intervención militar de casi dos décadas, Afganistán logró al fin "obtener su independencia de las fuerzas extranjeras”, celebran los talibanes.

Los talibanes celebran este martes en las calles de Kabul su triunfo tras la salida de los últimos soldados estadounidenses de Afganistán. Esto pone fin a 20 años de una guerra devastadora y abre un nuevo capítulo para este país de Asia central, marcado por la incertidumbre.

Después de una intervención militar de casi dos décadas, Afganistán logró al fin "obtener su independencia de las fuerzas extranjeras", celebró en una rueda de prensa en el aeropuerto del Kabul el principal portavoz de los talibanes, Zabihullah Mujahid.

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Mujahid se dirigió a sus combatientes, a quienes felicitó por sus sacrificios que han supuesto durante el último mes una victoria tras otra, con la toma primero en algo más de dos semanas de casi todo el territorio afgano, culminado el 15 de agosto con la conquista incruenta de Kabul, y ahora con la retirada total estadounidense.

La bandera nacional afgana es un símbolo de resistencia en Afganistán

"Es por sus sacrificios (...) que hoy hemos logrado la independencia. Quiero felicitaros a todos y a nuestra nación por esta independencia. Esperamos que Afganistán nunca vuelva a ser ocupado y siga siendo independiente, próspero y el hogar de los afganos bajo un sistema islámico", dijo.

Los estadounidenses intervinieron en Afganistán en 2001, liderando una coalición internacional que tenía por fin derrocar a los talibanes, que se negaban a entregar al líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden, tras los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos.

"Esta es una gran lección para otros invasores y para nuestras futuras generaciones" y "también es una lección para el mundo", dijo Mujahid. "Es un día histórico, un momento histórico y estamos muy orgullosos", agregó.

La retirada de las tropas internacionales vino acompañado de festejos por parte del grupo fundamentalista, que salió a las calles para celebrar con disparos al aire el fin de dos décadas de colación.

“Los invasores deben saber que Afganistán no es lugar para ellos, cometieron un error al venir aquí, estamos felices de que ya no estén”, añadió el vocero.

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Mujahid se dirigió a sus combatientes, a quienes felicitó por sus sacrificios que han supuesto durante el último mes una victoria tras otra, con la toma primero en algo más de dos semanas de casi todo el territorio afgano, culminado el 15 de agosto con la conquista incruenta de Kabul, y ahora con la retirada total estadounidense.

"Es por sus sacrificios (...) que hoy hemos logrado la independencia. Quiero felicitaros a todos y a nuestra nación por esta independencia. Esperamos que Afganistán nunca vuelva a ser ocupado y siga siendo independiente, próspero y el hogar de los afganos bajo un sistema islámico", dijo.

Los estadounidenses intervinieron en Afganistán en 2001, liderando una coalición internacional que tenía por fin derrocar a los talibanes, que se negaban a entregar al líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden, tras los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos.

"Esta es una gran lección para otros invasores y para nuestras futuras generaciones" y "también es una lección para el mundo", dijo Mujahid. "Es un día histórico, un momento histórico y estamos muy orgullosos", agregó.

La retirada de las tropas internacionales vino acompañado de festejos por parte del grupo fundamentalista, que salió a las calles para celebrar con disparos al aire el fin de dos décadas de colación.

“Los invasores deben saber que Afganistán no es lugar para ellos, cometieron un error al venir aquí, estamos felices de que ya no estén”, añadió el vocero.

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El portavoz también hizo un llamamiento a los miembros de sus fuerzas para que sean "educados y tengan un buen comportamiento" con los ciudadanos, ya que tras 20 años de guerra "la nación tiene el derecho a una vida pacífica, a respirar en calma".

"Nosotros debemos ser los sirvientes de la nación, no su dinastía", remarcó.

El próximo gobierno de los talibanes tendrá un futuro incierto en sus relaciones con la comunidad internacional, que no ha fijado una posición clara sobre el reconocimiento de su régimen, a la espera de comprobar el respeto a los derechos humanos de los islamistas.

Estados Unidos seguirá "ayudando" a todos sus conciudadanos que quieran salir de Afganistán, dijo el lunes el secretario de Estado Antony Blinken, y "trabajarán" con los talibanes si cumplen sus compromisos.

"Los talibanes quieren legitimidad y apoyo internacional. Nuestro mensaje es que la legitimidad y el apoyo tienen que merecerse", agregó.

El lunes, el Pentágono reconoció que no han podido evacuar a todas las personas que hubieran querido. Este fracaso asumido mereció las críticas de la oposición republicana.

Entre 100 y 200 estadounidenses estarían todavía en Afganistán, según Blinken.

El aeropuerto de Kabul tiene una "importancia existencial" para Afganistán, y para el apoyo médico y humanitario, dijo el martes la canciller alemana Angela Merkel.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, también dijo que era "esencial" mantener abierto el aeropuerto de Kabul y prometió no olvidar a quienes tratan de huir del régimen talibán.

Los talibanes están negociando con Turquía para que se ocupe de la logística del aeropuerto, pero los islamistas quieren garantizar la seguridad, algo que podría disuadir al gobierno turco de seguir adelante con este plan.

Evacuar a la mayor cantidad de personas de Afganistán es prioridad para la OTAN

Un futuro incierto para Afganistán

El movimiento islamista hereda un país devastado a pesar de los miles de millones invertidos por Estados Unidos y enfrentado a una pobreza extrema, la sequía y la amenaza yihadista.

Además, los nuevos gobernantes deberán hacer frente también a los recelos de parte de la población, que teme un nuevo régimen fundamentalista como el impuesto entre 1996 y 2001, tristemente célebre por su trato a las mujeres, la prohibición de libertades básicas y la brutalidad de su sistema judicial.

A pesar de sus promesas, muchas capas de la sociedad afgana sigue teniendo miedo de los talibanes.

Decenas de miles de personas huyeron del país en los vuelos de evacuación por miedo a las represalias y muchos de los que se quedaron, sobre todo las mujeres, temen salir a la calle.

"Los talibanes harán todo lo posible para negar los derechos fundamentales de las mujeres. El mundo no debe mirar a otra parte... o engañarse", escribió en Twitter, Shaharzad Akbar, presidenta de la Comisión Independiente Afgana de Derechos Humanos

Y aunque muchos habitantes del país, sobre todo en las zonas rurales, se sienten aliviados por el fin de la guerra, Afganistán tiene ante sí numerosos problemas económicos, políticos y de seguridad.

Afganistán, donde la ayuda exterior supone el 40% de su PIB, depende del reconocimiento internacional de régimen de los talibanes para desbloquear los fondos soberanos que se encuentran en Estados Unidos y evitar así una catástrofe humanitaria.

Con las ayudas suspendidas, los talibanes se enfrentan a desafíos importantes como pagar a los funcionarios, mantener el servicio de telefonía y comunicación operativo, así como el suministro de agua y energía, toda vez que no se vislumbra un crecimiento económico en el corto plazo.

Los analistas creen que la difícil situación económica puede aumentar el descontento entre los afganos, muchos de los cuáles disfrutaron ,sobre todo en las ciudades, de una mejora de su calidad de vida en los últimos 20 años.

El fantasma de una nueva guerra civil, como la que ocurrió tras la salida de la Unión Soviética en 1989, persigue a Afganistán.

Los talibanes se encuentran en una posición más fuerte de la que tenían durante su primera etapa, en 1996. Muchos de sus mayores rivales del pasado huyeron o fueron capturados, incluidos señores de la guerra como Abdul Rashid Dostum y Ismail Khan.

Y actualmente solo hay una bolsa de resistencia en el valle del Panshir, aunque hay indicios de que podrían negociar con ellos.

Panshir, la provincia afgana que organiza la resistencia a los talibanes

Otro tipo de amenaza es la que representa el Estado Islámico. Ambos grupos se ven a sí mismos como los estandartes de la yihad, y la rama local del EI fue muy crítica con el acuerdo entre los talibanes y Estados Unidos.

Además, aún quedan milicias locales que podrían volverse en su contra si no logran llegar a acuerdos con ellos.

Con información de AFP y EFE

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