Desde que Nayib Bukele tomó el poder, en junio de 2019, la situación de la libertad de prensa en El Salvador ha empeorado de manera sostenida, de acuerdo con el informe anual de Reporteros Sin Fronteras. El país ocupa actualmente la posición 82 de la clasificación mundial de la Libertad de Prensa, ocho puestos más abajo que el año anterior.
Bukele "ha aumentado los ataques y amenazas contra los periodistas críticos con su administración, ha bloqueado a muchos de ellos en las redes sociales y ha tratado de crear la imagen de la prensa enemiga del pueblo: un juego extremadamente peligroso”, señala el informe de RSF.
En 2020, en una transmisión por Facebook, acusó a los principales medios digitales del país —El Faro, Revista Factum y Gato Encerrado—, así como los periódicos La Prensa Gráfica y El Diario de Hoy, de mentir y atacar al gobierno.
Todos estos medios están entre los atacados con Pegasus, de acuerdo con el informe de Citizen Lab.
Entonces Bukele, sin argumentos ni pruebas que lo respaldasen, anunció que se había abierto una investigación judicial contra El Faro por blanqueo de capitales. En otro episodio, el gobierno de El Salvador expulsó del país al periodista mexicano Daniel Lizárraga, editor en jefe del medio.
El Faro ha publicado varias investigaciones las negociaciones entre el gobierno y la Mara Salvatrucha desde junio de 2019, cuando Bukele llegó al poder. El pacto consistió en reducir los homicidios por parte de la pandilla a cambio de beneficios carcelarios y apoyo electoral en 2021.
"Los reiterados ataques y amenazas del presidente Bukele contra los periodistas críticos con su administración son síntomas de una deriva autoritaria extremadamente preocupante", advierte el director de la oficina de RSF en América Latina, Emmanuel Colombié.
Con información de EFE