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Ron DeSantis de Florida está siguiendo los pasos de Viktor Orbán en Hungría

Tras las últimas políticas impuestas por el gobernador estadounidense, varios críticos han mencionado su gran apego a la agenda del primer ministro de Hungría.
jue 02 junio 2022 05:04 AM
Seguidores del gobernador de Florida, Ron DeSantis, apoyan la medida "No digas Gay".
La ley conocida como "No Digas Gay" implementada por Florida este año parece una copia de una ley aprobada en Hungría en 2021.

A lo largo de 2022, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, ha tomado represalias contra el gigante de la animación, Disney por la inclusión de personajes LGBTQ y su estatus legal especial de autogobierno en el estado, que según atentan contra la educación de los niños en EU.

En junio de 2021, el gobierno de Hungría aprobó una ley que toma medidas enérgicas contra los derechos LGBTQ, incluida una orden que prohíbe la orientación sobre temas LGBTQ en clases de educación sexual.

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Fue así como 9 meses después, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, firmó un proyecto de ley llamado "No digas gay", que prohíbe "la instrucción en los salones de clase por parte del personal escolar o terceros sobre orientación sexual o identidad de género" hasta el tercer grado.

De acuerdo con varios medios de comunicación estadounidenses y críticos estos dos proyectos están estrechamente relacionados.

Políticas gemelas

A simple vista es fácil relacionar los proyectos de ley, tanto en las disposiciones como en las justificaciones. Orbán, describió la ley anti-LGBTQ de su país como un esfuerzo para evitar que los homosexuales se aprovechen de los niños.

Christina Pushaw , secretaria de prensa de DeSantis, describió la ley de Florida como un proyecto de ley anti-grooming y agregó que quien está contra el proyecto de ley anti-grooming, probablemente sea un acicalador, o sea, una persona que prepara a los niños para que se conviertan en objetivos de abuso sexual.

Este no es el único ejemplo. DeSantis, quien ha construido un perfil como un guerrero de la cultura y bienestar con los ojos puestos en la presidencia, ha elaborado de manera constante una agenda política con fuertes destellos del espíritu de gobierno de Orbán, uno en el que una supuesta amenaza cultural existencial de la izquierda justifica los usos agresivos del poder estatal por parte de la derecha.

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Recientemente hubo medidas enérgicas de DeSantis contra la exención fiscal especial de Disney; usar los poderes regulatorios para castigar el discurso político de un opositor es una de las tácticas distintivas de Orbán.

En temas que van desde la educación superior hasta las redes sociales y el gerrymandering (la representación en los distritos electorales), DeSantis ha seguido los pasos de Orbán, convirtiendo la política en una herramienta para atacar a los grupos externos mientras asegura el poder de su partido.

Un modelo para el Partido Republicano de Trump

Orbán se ha convertido recientemente en un modelo para muchos en la derecha de Trump. Durante su presidencia, muchos observadores de ambos bandos compararon a Trump con el autócrata húngaro. Después de su visita a Hungría en 2018, Trump denotó no ser lo suficientemente competente o disciplinado para implementar el autoritarismo al estilo de Orbán en Estados Unidos.

La verdadera preocupación se avecina si el Partido Republicano asume características del partido Fidesz de Orbán.

La agenda de DeSantis en Florida es evidencia de que el cambio republicano está aproximándose, incluso acelerándose. Ha mostrado poco interés en la moderación o la creación de consenso, en lugar de centrar su filosofía de gobierno en el uso de la política para adueñarse de las libertades.

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Si bien Trump pudo ser un mediador ideológico de la sacudida autoritaria del Partido Republicano, DeSantis está mostrando cómo podría implementarse en la práctica. Las consecuencias para la democracia en Florida y Estados Unidos en general podrían ser catastróficas.

Hungría, un país autoritario, se está volviendo cada vez más importante en la imaginación de la derecha estadounidense.

Tucker Carlson, otra de las figuras más influyente en el Partido Republicano actual, está al frente de este esfuerzo. En enero, Carlson publicó un documental sobre el gobierno de Orbán glorificando su régimen e incitando a los republicanos a imitarlo.

Ese mismo mes, Donald Trump respaldó a Orbán para la reelección , calificándolo de "líder fuerte" que "ha hecho un trabajo poderoso y maravilloso para proteger a Hungría".

Esto hace que las similitudes entre la agenda de DeSantis y la de Orbán sean especialmente notables, siendo la ley "No digas gay" y la actual pelea con Disney los ejemplos más simbólicos.

El modelo político de Orbán ha empleado con frecuencia un doble paso demagógico: levantar a un grupo temido o marginado como enemigo y luego usar la supuesta necesidad de combatir la influencia de este grupo para justificar políticas punitivas que también expanden el poder de su régimen.

Los objetivos han incluido inmigrantes musulmanes, el financiero judío George Soros y, más recientemente, húngaros LGBTQ. La versión húngara de la ley “No digas gay”, que el gobierno calificó como un proyecto de ley contra la pedofilia, amplió tanto el control del gobierno sobre los planes de estudios como sus poderes para regular la programación en Hungría.

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