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Francia da el primer paso para incluir el derecho al aborto en la constitución

Los diputados franceses aprueban una iniciativa para blindar el derecho a la interrupción al embarazo, una respuesta a los retrocesos que han sucedidos en Estados Unidos y otros países.
jue 24 noviembre 2022 04:01 PM
La Asamblea Nacional de Francia
Para que el derecho al aborto pase a formar parte de la Constitución el camino es todavía arduo.

Los diputados aprobaron este jueves inscribir el aborto en la Constitución francesa, primer paso de una iniciativa para blindar este derecho en respuesta a los retrocesos registrados en Estados Unidos y en algunos países de Europa.

La iniciativa, propuesta inicialmente por la izquierda de La Francia Insumisa (LFI) y que fue luego consensuada con el partido Renacimiento (liberal) del presidente francés, Emmanuel Macron, fue votada por 337 diputados, frente a 32 en contra.

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Tuvo el apoyo tanto de todas fuerzas progresistas, de los diputados del partido de Macron y sus aliados, así como de buena parte de los conservadores.

El proyecto busca incluir en la Constitución francesa de 1958 que “la ley garantiza la efectividad y la igualdad al derecho a la interrupción voluntaria del embarazo”.

"Quiero dedicar esta victoria histórica (...) a las mujeres de Estados Unidos, a las mujeres de Polonia, a las mujeres de Hungría cuyo derecho al aborto está siendo restringido", dijo la ponente del texto, la izquierdista Mathilde Panot.

El aborto fue despenalizado en Francia en 1975 por una ley promovida por Simone Veil, icono de la emancipación femenina y superviviente del Holocausto. La última modificación fue en marzo para extender los plazos hasta las 14 semanas.

La iniciativa coincide con el 50º aniversario del juicio de Bobigny que abrió el camino a su legalización. En octubre de 1972, este tribunal absolvió a Marie-Claire Chevalier, una joven de 16 años acusada de abortar tras una violación.

“Ninguna democracia está a salvo”

La anulación del derecho al aborto a nivel nacional en Estados Unidos por la Corte Suprema en junio conmocionó al mundo y, en Francia, se tradujo en el anuncio de iniciativas por el gobierno y la oposición para blindarlo.

"Ninguna democracia, incluso la más grande de todas, está a salvo" de un retroceso, advirtió al inicio del debate el ministro de Justicia, Éric Dupond-Moretti, quien expresó el apoyo del gobierno a la iniciativa.

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El ministro había alertado que, con la redacción inicial, la propuesta tenía pocas posibilidades de prosperar en una cámara alta dominada por la derecha —que rechazó un texto similar en octubre— y llamó a concentrarse en el aborto.

Pese a que durante el debate las formaciones de derecha Los Republicanos y de extrema derecha Agrupación Nacional (RN) cuestionaron la necesidad de la propuesta, sus diputados se dividieron a la hora de votar.

Panot señaló que esta votación constituye un homenaje también a las mujeres de países europeos como Polonia y Hungría, donde el derecho a la interrupción voluntaria al embarazo está muy restringido.

Aunque LFI buscaba inscribir también la anticoncepción en la Constitución, finalmente dio marcha atrás para lograr un consenso entre la izquierda y el oficialismo, e intentar allanar a su vez el trámite en el Senado, que se prevé duro.

Para que pase a formar parte de la Constitución el camino es todavía arduo. El Senado debe adoptarlo en los mismos términos en que fue aprobado en la Cámara Baja y después el Congreso, que es la reunión extraordinaria de diputados y senadores, debe respaldarlo con una mayoría de tres quintos.

Asimismo, existe la posibilidad de acelerar el proceso a través de un proyecto de ley presentado por el gobierno.

Totalmente prohibido en una minoría de países, autorizado en otros con más o menos restricciones, el acceso al aborto sigue siendo un derecho muy desigual en el mundo y sufrió en los últimos meses una serie de reveses.

En junio, la Corte Suprema de Estados Unidos —de mayoría conservadora— revocó este derecho, tras tumbar el fallo que desde 1973 permitía interrumpir el embarazo, abriendo así la puerta a que cada estado decida si autorizarlo o no.

En Europa, la Hungría del ultraconservador primer ministro Viktor Orban obliga desde mediados de septiembre a las mujeres que quieren abortar a escuchar el latido del feto, antes de la intervención.

Con información de AFP y EFE

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