Esos combustibles son los principales responsables del aumento récord de emisiones de gases de efecto invernadero, en un año que además fue el más cálido que se recuerda, según la Organización Meteorológica Mundial.
Jaber trató de dar un tono conciliador tras meses de críticas por su nombramiento al frente de la COP28. Reconoció que hay "fuertes opiniones sobre la idea de incluir lenguaje sobre combustibles fósiles y renovables en el texto negociado (...) Les pido que trabajemos juntos".
La batalla sobre si hay que eliminar totalmente esos combustibles fósiles o solo gradualmente es uno de los temas que suscita discusiones en el seno de la COP.
"El mundo debe concentrarse en la tarea de reducir emisiones, no elegir las fuentes energéticas", clamó esta semana un comunicado del club de países exportadores de petróleo, la OPEP.
"Ojalá que quienes intervengan en la #COP28 sean estrategas capaces de pensar en el bien común y en el futuro de sus hijos, más que en los intereses circunstanciales de algunos países o empresas", pidió el papa Francisco en un mensaje.
La COP28 debía ser la primera que acogía a un papa, pero una gripe impidió el viaje del pontífice.
La cumbre de líderes, que reunirá a más de 140 jefes de Estado y de gobierno este viernes y sábado, contará en cambio con el rey Carlos III, entre otros.
Después de los discursos, los negociadores deberán además asumir las consecuencias del primer balance de compromisos de reducción de emisiones y de medidas de adaptación y mitigación ante el cambio climático, realizado en septiembre.
En esta COP28 se debe fijar un refuerzo de esos compromisos nacionales (NDC por sus siglas en inglés), pero las diferencias son profundas entre los países más emisores y los que más sufren las consecuencias.
Las decisiones en cada COP se toman por consenso.
Con información de AFP y Reuters