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¿Negocio o credibilidad?

Pemex puede apoyarse en un esquema que brinde confianza al mercado, haciendo balances financieros en función de la inversión en cada uno de sus proyectos de extracción, dice Ramses Pech.
jue 13 junio 2019 10:00 AM
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Por cada proyecto de inversión en Pemex debería generarse un balance financiero, así se podría definir qué es negocio y qué no.

(Expansión) - Absurdo e incongruente cómo entendemos los negocios en México para poder tener y ser parte de un lugar en el mundo.

En nuestro país estamos hablando sobre las calificadoras que argumentan que en el balance financiero de las empresas productivas del Estado, después del pago de todo el costo, impuestos y derechos para realizar su actividad, no tienen el suficiente flujo de efectivo para pagar su pasivo.

Pemex, CFE y la nación estos últimos días a nivel mundial han pasado a una percepción para el mercado en un posible alto riesgo para facilitar el dinero para proyectos, debido a una falta de certidumbre en las políticas públicas de las anteriores, actuales y futuras administraciones.

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Pero recordemos que la deuda no es de la administración actual sino de la organización, empresa, país o todo aquel que solicitó créditos o colocación de algún instrumento financiero.

Hoy al mercado del dinero no le interesa saber si combates la corrupción, si la anterior administración no gerenció adecuadamente al país, o si dejarás de pedir prestado para apalancarte: El dinero quiere saber cómo regresa a su dueño que confió en ti.

El sistema del mercado financiero quiere saber cómo pagaras a cada empresa, financiera, banco o acreedor bajo el común acuerdo de cuando presentaste la propuesta del como obtendrías la venta de producto que amortiguaría el pago del dinero ligado a una tasa de interés, con un intervalo de tiempo determinado, debiendo indicar qué tipo de reservas (monetarias o recursos naturales) producirán la continuidad de la extracción u obtención del bien de intercambio.

En pocas palabras, pediste prestado, paga, te damos la oportunidad que digas el cuándo y cómo, pero debes establecer un plan creíble que sustente la forma en que obtendrás el recurso.

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Pemex y CFE no dependen de las buenas intenciones de un papel o cálculo realizado, deben alinear el conocimiento, experiencia y metodología realizada por los técnicos en primer plano operativo y en un segundo administrativo. El plan a presentar deberá poder identificar cada proyecto en función del riesgo, dificultad o requerimientos técnicos para poder lograr el objetivo, y ubicados estos, incorporar el costo e identificar el retorno de cada inversión, el cual deberá incluir el costo de la inversión en el tiempo establecido, ligado al volumen de producción (ventas).


En el caso específico de Pemex, donde la nación tiene ligada parte de la Ley de Ingresos al jugar con el precio del barril en forma anual y que ayuda para ajustar la falta de ingresos, requiere clarificar qué campos tienen un alto factor de recuperación (cuánto de hidrocarburos podemos tener en superficie en función del total disponible en el subsuelo de acuerdo a las reservas) e incorporando reservas (aumentar el factor de relación entre barril extraído y reservas que lo sustituyan) que aseguren la continuidad de las ventas y en el trascurso del tiempo reducir costos para poder aumentar el flujo de efectivo para el pago de la deuda.

Una sugerencia para dar confianza al mercado del dinero puede ser: Pemex Exploración y Producción debería realizar balances financieros en función del presupuesto de inversión asignado en forma anual a cada proyecto de extracción de hidrocarburos (campos), debido a que por muchos años ha entregado el presupuesto, pero no transparenta si se cumplió con el costo programado, para determinar el retorno de la inversión. Existe una clasificación dentro del presupuesto entregado por la SHCP llamado Programas presupuestarios con programas y proyectos de inversión a donde está catalogada la inversión a cada una de ellas.

Lee: El gobierno de AMLO pide (ahora) ayuda al sector privado para 'salvar' a Pemex

La propuesta que queremos plantear para cada programa y proyecto de inversión es un balance financiero que determine la ventas de los hidrocarburos descontando costos de personal, ventas, mantenimiento, apalancamiento (determinando si es del presupuesto o parte de un financiamiento de un tercero), financieros, impuestos y derechos (proveniente de la actividad realizada) para determinar si hay retorno de inversión y flujo de efectivo suficiente para pagar la deuda.

La suma de cada programa y proyecto determinará si hay negocio; cuál del universo financieramente no cumple para realizar los ajustes técnicos que determinen la corrección, o cómo incrementar la ventas.

Una presentación de 30 minutos ante inversionistas no determina la credibilidad de una empresa, los hechos del cómo y dónde usan el dinero para un negocio que tienen un crecimiento sostenido con soporte técnico generan una confianza (hoy difícil de mantener) de saber que sí saben hacer dinero.

Al dinero no le gustan los discursos, él quiere que lo uses para que puedas crecer y tener acceso a crear una estabilidad financiera que cree una credibilidad de largo plazo.

Nota del editor: Ramses Pech es analista de la industria de energía y economía. Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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