Pemex y CFE no dependen de las buenas intenciones de un papel o cálculo realizado, deben alinear el conocimiento, experiencia y metodología realizada por los técnicos en primer plano operativo y en un segundo administrativo. El plan a presentar deberá poder identificar cada proyecto en función del riesgo, dificultad o requerimientos técnicos para poder lograr el objetivo, y ubicados estos, incorporar el costo e identificar el retorno de cada inversión, el cual deberá incluir el costo de la inversión en el tiempo establecido, ligado al volumen de producción (ventas).
En el caso específico de Pemex, donde la nación tiene ligada parte de la Ley de Ingresos al jugar con el precio del barril en forma anual y que ayuda para ajustar la falta de ingresos, requiere clarificar qué campos tienen un alto factor de recuperación (cuánto de hidrocarburos podemos tener en superficie en función del total disponible en el subsuelo de acuerdo a las reservas) e incorporando reservas (aumentar el factor de relación entre barril extraído y reservas que lo sustituyan) que aseguren la continuidad de las ventas y en el trascurso del tiempo reducir costos para poder aumentar el flujo de efectivo para el pago de la deuda.
Una sugerencia para dar confianza al mercado del dinero puede ser: Pemex Exploración y Producción debería realizar balances financieros en función del presupuesto de inversión asignado en forma anual a cada proyecto de extracción de hidrocarburos (campos), debido a que por muchos años ha entregado el presupuesto, pero no transparenta si se cumplió con el costo programado, para determinar el retorno de la inversión. Existe una clasificación dentro del presupuesto entregado por la SHCP llamado Programas presupuestarios con programas y proyectos de inversión a donde está catalogada la inversión a cada una de ellas.
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La propuesta que queremos plantear para cada programa y proyecto de inversión es un balance financiero que determine la ventas de los hidrocarburos descontando costos de personal, ventas, mantenimiento, apalancamiento (determinando si es del presupuesto o parte de un financiamiento de un tercero), financieros, impuestos y derechos (proveniente de la actividad realizada) para determinar si hay retorno de inversión y flujo de efectivo suficiente para pagar la deuda.
La suma de cada programa y proyecto determinará si hay negocio; cuál del universo financieramente no cumple para realizar los ajustes técnicos que determinen la corrección, o cómo incrementar la ventas.
Una presentación de 30 minutos ante inversionistas no determina la credibilidad de una empresa, los hechos del cómo y dónde usan el dinero para un negocio que tienen un crecimiento sostenido con soporte técnico generan una confianza (hoy difícil de mantener) de saber que sí saben hacer dinero.
Al dinero no le gustan los discursos, él quiere que lo uses para que puedas crecer y tener acceso a crear una estabilidad financiera que cree una credibilidad de largo plazo.
Nota del editor: Ramses Pech es analista de la industria de energía y economía. Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.
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