(Expansión) - Un contexto en constante cambio demanda directores que logren el equilibrio entre productividad e innovación.
Recuerdo que hace algunos meses leí en las noticias que Cristiano Ronaldo había alcanzado la deslumbrante cifra de 600 goles anotados en clubes. Una de estas memorables anotaciones fue frente al Inter de Milán con un potente tiro de izquierda que dejó sin oportunidad al portero. Su anotación fue doblemente notable si consideramos que el portugués no es un zurdo natural. A fuerza de trabajo y tenacidad, además de su claro talento, es uno de los mejores jugadores ambidiestros de la historia.