Claro, primero falta ver que se cumplan todos estos proyectos.
Por otra parte, esta es una noticia largamente esperada por los mercados, ya que es oxígeno puro para las economías financiera y la real. Es de esperar mayor dinamismo tanto en los mercados de deuda como en los de consumo durante el 2020.
Según el acuerdo, 431,318 millones de pesos se distribuirán durante el año 2020, cifra que equivale a 2.3% del PIB, y que representa un importante empujón a la necesitada inversión privada. Finalmente, parece que la iniciativa privada ya se sacudió el miedo que les metieron en el sexenio anterior. Los empresarios están siendo fieles a su pragmatismo y dejando atrás las diferencias de estilo.
Por la naturaleza sectorial de estos proyectos de infraestructura y sus distintos periodos de maduración, los impactos en la economía serían variables. No obstante, son de los más efectivos y los que más ganancias derraman, ya que afectan a casi todos los sectores, según muestra la matriz de insumo-producto.
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Por otro lado, es interesante que los proyectos estén divididos equitativamente en las tres regiones del país, norte, centro y sur, ya que si se concentraran en un solo sitio, los efectos podrían ser no tan buenos para la economía en su conjunto y tenderían a concentrar el crecimiento económico en alguna región.