(Expansión) – El internet de las cosas (IoT) es una tecnología emergente que en México se está aplicando principalmente para dos fines: lograr mayor eficiencia en procesos que actualmente se llevan a cabo dentro de la compañía y modernizar la operación con nuevas capacidades.
Sin embargo, cada día las empresas mexicanas están viendo al IoT como una de las herramientas que les permitirá entrar a nuevos mercados o industrias e, incluso, transformar su modelo de negocio.
Utilizar sensores físicos que pueden conectarse con cualquier tipo de componente beneficia, muy particularmente, a las cadenas de suministro de las empresas del sector manufacturero. En piso de producción, por ejemplo, se pueden identificar necesidades anticipadas de cambio de componentes que, a su vez, sean satisfechas por sistemas de abastecimiento, también conectados.
La logística es otra de las funciones que está incorporando IoT para optimizar sus operaciones tanto inbound como outbound, puesto que permite gestionar las flotas de transporte y sus distintos componentes logísticos.
Para la implementación exitosa de una estrategia digital es fundamental definir la necesidad que se desea satisfacer, ya sea optimizar alguna función actual de la compañía o la creación de nuevas capacidades que permitan crear ventajas competitivas en el mercado.
Por ejemplo, si para una empresa genera una ventaja el mejorar el rastreo de sus materiales, de información y, en general, de todo el flujo productivo, el IoT puede ser un habilitador relevante para hacerlo posible.
Por supuesto, implementar internet de las cosas en la organización no transformará de manera automática el modelo de negocio, pero sí permitirá generar importantes volúmenes de datos a nuestra disposición.
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A partir del análisis de esta información es que se pueden tomar mejores decisiones, incluso en tiempo real, que permiten optimizar el desempeño corporativo. En este sentido, para incrementar los beneficios a obtener del uso de IoT, es recomendable su integración con otras tecnologías como Big Data, Inteligencia Artificial o Analytics.
El mercado es el mejor indicador para saber si nuestra velocidad de adaptación a nuevos modelos de negocio es la adecuada, es decir, si surgen nuevos competidores no tradicionales en nuestro sector, si nuestros clientes están migrando a la competencia o están exigiendo servicios diferentes y de mucho mayor valor agregado que no estamos listos para ofrecer, son señales de que nos quedamos atrasados en la adopción de modelos de negocio innovadores, que muchas veces van de la mano de la implementación exitosa de tecnologías emergentes.
Cabe resaltar que el mayor error que se puede cometer al elegir una tecnología es dejarse llevar por el hecho de que está de moda o porque la competencia la está utilizando. Hacer eso, en el corto y mediano plazo, solo se convertirá en un gasto o inclusive una potencial amenaza para la seguridad digital de la empresa.
No todo el camino es llano: uno de los desafíos más relevantes a nivel global, y en México, es la seguridad de los grandes volúmenes de información que generan estas nuevas tecnologías.
Empresarios mexicanos mencionan estar muy preocupados por resguardar adecuadamente la información generada para que no pueda ser mal utilizada por terceros.
Otro de los desafíos es el mismo desconocimiento de los beneficios que pueden traer las nuevas tecnologías y la falta de claridad sobre cómo utilizar las mismas.
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Una preocupación no menor de los líderes de negocios en el país es la necesidad de atraer y/o formar el talento que tenga el conocimiento adecuado para gestionar y obtener el valor de las tecnologías emergentes que se encuentran disponibles.
Con todo y los muchos desafíos que representa hoy la adopción de nuevas tecnologías, es momento de que los empresarios elijan qué papel desempeñarán en esta historia: ¿serán los transformadores del sector manufacturero o los seguidores de aquellos que generaron el cambio?
Nota del editor: Carlos Zegarra es Socio Líder de Management Consulting en PwC México. Las opiniones expresadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.
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