La inteligencia artificial, la telemedicina y el avance del mundo del bienestar y el wellness, el internet de las cosas y su correlato, el 5G, ya sea de la mano de Eriksson o de Huawei, el crédito y el fintech y el marketing empoderado por la tecnología (¿la inteligencia artificial sustituirá el trabajo de las agencias?) fueron los temas clave y la oportunidad para revisar algunas de las compañías más interesantes entre las surgidas en los últimos años.
Participaron empresas de alto crecimiento como Bridgefy, una app de comunicaciones que surgió para situaciones de catástrofe natural como sismos y es hoy la que usan para comunicarse en las protestas en Hong Kong; o Yalo, un CRM sobre whatsapp, presente en India, Europa y Sudamérica con las mayores multinacionales globales; o Rever, la primera empresa mexicana fondeada por Sequoia, enfocada a la gestión empresarial. Pasaron por ahí Nuve, AllRide, y otras muchas empresas fascinantes.
México tiene sus gurús como Tony Rallo, impulsor de Kia Networks (cuando comprobó los miles de dólares que le cobraba Telmex por almacenar sus datos, porque de toda gran necesidad nace la innvación). Rallo es hoy uno de los principales impulsores de las tecnológicas con aspiraciones a unicornio, esas compañías con valuaciones superiores a los 1,000 millones de dólares, de las que ya hay 11 en América Latina.
Uno de los temas clave es el de la escala y cómo lograr un tamaño regional. Moderé una mesa con el chileno Pablo Alvéstegui-Seelenfreund de la plataforma de servicios de movilidad AllRide, que ya está en una veintena de ciudades mexicanas después de arrancar en Chile y en Perú. O Javier Mata , CEO de Yalo, que creció acompañando a grandes compañías arrancando desde México o Brasil y ya está en India o Europa con su solución de atención a clientes para compañías enormes. O Ulises Vázquez, de Mureni, una empresa de alineadores de ortodoncia invisibles, que en un año está presente en México y Brasil.
El gran reto de estas compañías que deben cuidar mucho el uso del capital y que se enfrentan al reto de la disparidad de regulaciones por país –Brasil, Argentina y México son mundos completamente diferentes en muchos sentidos–, a la complejidad de la logística debidas las carencias de infraestructura y a sistemas de pagos subdesarrollados –lo que hace que una empresa tenga que multiplicar sus capacidades sobre la marcha, como sucedió con Mercado Libre, hoy Marketplace, plataforma de pagos, empresa de logística y otras muchas cosas más– .