En 2009 la tasa activa (la tasa que cobran los bancos) era de 13.6% mientras que 10 años después pasó a 13.4%. En ese mismo periodo, las tasas de referencia en la economía han aumentado, por ejemplo la TIIE 28 pasó de un promedio de 5.9% a 8.3%.
Ahora bien, recordemos que los bancos no sólo compiten por dar créditos, también lo hacen para captar depósitos y aquí el precio que nos interesa es la tasa pasiva (la tasa que pagan los bancos), la cual pasó de 4.2% en 2009 a 5.2% en 2019.
El comportamiento de las tasas activas sugiere que para los bancos no ha sido fácil trasladar las mayores tasas de interés de la economía en el precio de sus créditos, mientras que sus costos si han reflejado una mayor sensibilidad a las tasas. Nos cobran casi lo mismo por prestarnos y nos pagan más por nuestros depósitos.
Para profundizar en el tema de la competencia, valdría la pena hacer un análisis desagregado por tipo de crédito, ya que seguramente arribaríamos a conclusiones distintas si analizamos el crédito comercial o el hipotecario. Por lo pronto, podemos decir que a nivel agregado la menor concentración de mercado, el mayor número de participantes y el comportamiento de las tasas sugieren un entorno más competitivo.
En resumen, la foto del panorama general sugiere que en estos 10 años la banca ha logrado crecer y mejorar la calidad de la cartera al tiempo que es más competitiva.
Nota del editor: Eduardo López Ponce es Analista Bursátil en Grupo Financiero Ve por Más. Es economista de profesión, con más de cinco años dedicados al análisis bursátil. Actualmente se enfoco al análisis de la banca y el sector de bienes raíces. Síguelo en Twitter como @EduardoLopezPo1. Las opiniones expresadas en esta columna corresponden exclusivamente al autor.
*La información corresponde a las cifras de nivel agregado de la banca comercial durante el período 2009-2019, con base en información de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
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