Los países, de acuerdo a las cuatro fases establecidas en cada una de ellas, han realizado medidas sobre dos ejes importantes: tener el recurso suficiente en función de la población económicamente activa para la protección de la misma y realizar medidas económicas desde la inyección de dinero en forma individual a personas y empresas para poder mitigar el impacto póstumo de la afectación en cada país.
Las naciones han realizado una estrategia para poder mantener el poderío económico una vez concluida la última fase de la pandemia, la llamaremos almacenamiento energético: los inventarios europeos de almacenamiento de gas natural al 1 de marzo de 2020 estaban llenos en un 60%, el nivel más alto en décadas y en Estados Unidos tiene un total de 1,168 millones de barriles que da para 65 días de refinación de acuerdo a capacidad actual; provienen de la Reserva Estratégica de Petróleo (SPR) por 635 millones de barriles (capacidad total de 713.5) más el almacenamiento operativo de 455 millones.
Esto indica que muchos países han invertido antes en almacenamiento en materia prima para generar energía y han tenido la buena visión para poder hacer frente ante cualquier contingencia. Hoy ante la falta de movilidad de la gente y la no utilización de energía por gran parte del sector económicamente activo de cada país, el volumen de demanda y consumo ha disminuido, por lo tanto no requieren utilizar la capacidad instalada para generar combustibles, electricidad, productos sintéticos, plásticos, fertilizantes entre otros. La pregunta es ¿después de que inicie la actividad tendrá lo suficiente?
Algunos de los commodities han tenido una contracción en el precio del mercado respecto a hace 45 días y muchos de ellos están siendo almacenados para mantener la economía al pasar la pandemia, dando a lugar que podrían tener en la post pandemia energía barata ante una recuperación económica en una curva muy suave en un tiempo no determinado aun.
El problema radicará en aquellos países que no tienen la forma de almacenar materia prima energética y dependen del día a día para poder tener acceso a combustibles, insumos para la industria y tecnología para tener una economía estable, y dependen de una balanza comercial de exportaciones, tratados o acuerdos comerciales para el intercambio.