(Expansión) – La política monetaria en el país carece de poder contracíclico absoluto dada la limitación que le impone el mandato monetario antiinflacionario. Para defender mejor a la economía de los efectos negativos en situaciones de crisis, el país necesita dotar a la política monetaria de un poder contracíclico completo, lo cual implica remover la limitación del mandato único y adoptar un mandato dual.
La política monetaria, por naturaleza, no es fuente de crecimiento sino solo un instrumento para moderar los vaivenes de la economía de tal forma de mantenerla funcionando alrededor de su capacidad productiva. Así, cuando la economía crece por encima de sus posibilidades, se requiere que la política se ajuste para evitar el sobrecalentamiento y reducir el riesgo de desequilibrios, mientras que cuando enfrenta situaciones de crisis es necesario flexibilizarla para proveer estímulos que permitan mitigar los efectos negativos sobre el bienestar.