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El día en que descansó la Tierra

Mientras la actividad humana está detenida, la tierra vuelve a respirar y la vida vuelve a resurgir, opina Tiahoga Ruge.
mar 21 abril 2020 11:56 PM

(Expansión) – El primer Día de la Tierra se celebró el 22 de abril de 1970 cuando miles de personas, en Estados Unidos, salieron a las calles para protestar en contra de la contaminación ambiental que estaba afectando la salud de los ciudadanos. Hace medio siglo, una parte de la sociedad se dio cuenta de que nuestro modelo de desarrollo estaba alterando severamente el delicado equilibrio de la biósfera.

Desde entonces, cada vez más personas se han dedicado a trabajar para reducir la contaminación del aire, del agua y del suelo. Todos los años, en esta fecha, el Día de la Tierra, salen a las calles para exigir una acción gubernamental eficaz para tomar las medidas correspondientes.

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Este movimiento ha dado frutos: dio lugar a las primeras políticas públicas para el medio ambiente en Estados Unidos, y la creación de la Agencia de Protección Ambiental (EPA), la Ley de Aire Limpio y la Ley de Agua Limpia. En otros países, ese día fue el comienzo del movimiento ambientalista y, poco a poco, se crearon y fortalecieron las instituciones ambientales nacionales e internacionales y las correspondientes políticas públicas para un medio ambiente sano.

Mientras tanto, paralelamente al aumento de la conciencia global y a la creación de políticas públicas y de instituciones ambientales, la población se ha duplicado. Hemos perdido más de la mitad de la biodiversidad y contaminado el mar, la tierra y el aire, elevando el CO2 de la atmósfera a más de 400ppm. Eso está causando el cambio climático y el aumento de la temperatura media del planeta en más de un grado. ¡Este es el terrible costo ambiental de nuestro desarrollo!

Ahora, cinco décadas después, con el doble de personas que esperan una buena calidad de vida, los ecosistemas que sostienen la vida en el planeta están al borde del colapso y ya no son capaces de regenerarse y proveer los servicios ambientales necesarios requeridos por los seres vivos, incluyendo los humanos. El planeta Tierra ha sido tomado por el ‘antropoceno’ y se dirige hacia un abismo sin retorno. La única salida parece ser un cambio completo en la forma en la que funcionamos como civilización.

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Se han hecho muchos esfuerzos y logrado acuerdos internacionales para remediar esta situación, pero las necesidades cotidianas y otros intereses hacen que no tengan los resultados esperados. Y así íbamos directamente hacia una situación que, tarde o temprano, nos detendría bruscamente y, con suerte, nos haría cambiar.

Ahora, cuando se cumplen 50 años del Día de la Tierra, un pequeño virus ha logrado precisamente lo que los ambientalistas han dicho que debíamos hacer desde hace mucho tiempo: detenernos, repensar lo que estamos haciendo y cambiar el rumbo.

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OPINIÓN: Algo de lo que el Covid-19 ha demostrado (al día de hoy)

Mientras la actividad humana está detenida, la tierra vuelve a respirar y la vida vuelve a resurgir. Será interesante medir los beneficios ambientales durante esta crisis, para demostrar que sí podemos cambiar el rumbo planetario. Esta es una nueva oportunidad para que la humanidad elija un camino de respeto y equilibrio hacia la naturaleza y un comportamiento colectivo sostenible, que asegure la continuidad de la vida en la tierra, nuestra única casa. Este aniversario, el 22 de abril de 2020, marcará el comienzo de una nuevo capítulo: “La Era de la Paz con la Naturaleza".

Necesitamos implementar un nuevo modelo de desarrollo, en el que transitemos rápidamente hacia fuentes de energía renovables, para reducir las emisiones de CO2 y lograr que el calentamiento global permanezca por debajo de los 1.5 grados centígrados. Es urgente restaurar los ecosistemas y encontrar un equilibrio entre los seres humanos y la naturaleza. Tenemos los conocimientos y los instrumentos para lograrlo: los ODS (Objetivos del Desarrollo Sostenible) son precisamente esa guía que podemos seguir para lograr el cambio en los siguientes diez años y asegurar así una buena calidad de vida para las siguientes generaciones.

¿Cómo ha influido el Día de la Tierra en las actividades medioambientales?

El primer Día de la Tierra en 1970 marcó el comienzo del movimiento ambientalista mundial y desencadenó las políticas públicas iniciales, que han llevado a la mayor conciencia global que tenemos hoy en día, y a detener algunos efectos negativos del desarrollo de la civilización.

Dos años después se creó en Estocolmo el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), como una autoridad ambiental líder y de alcance global, y comenzaron a desarrollarse algunas políticas públicas internacionales. Pero pasaron 20 años hasta que la Cumbre de Río logró reunir a los líderes del mundo y acordar dos convenciones: La Convención de Cambio Climático y la Convención de Biodiversidad. También se creó y se acordó la Agenda 21, que fue el verdadero comienzo de la cooperación internacional para el medio ambiente, en 1992.

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México ha participado, activamente, en el movimiento ambiental mundial desde sus inicios y ha construido instituciones sólidas, desde entonces. En 1994, se creó la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), así como el Instituto Nacional de Ecología (INE), la Comisión Nacional de Biodiversidad (CONABIO), La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas ( CONANP) y la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR).

La educación ambiental ha sido una parte importante del sistema educativo durante las dos últimas décadas. México participó en el Decenio de la Educación para el Desarrollo Sostenible, establecido por la UNESCO entre 2005 y 2014, e implantó la Estrategia Nacional de Educación para el Desarrollo Sostenible. Ahora, en 2020, la educación ambiental y climática es materia obligatoria en los centros educativos, lo que pone a México en la vanguardia. El país, además, ha puesto en marcha una importante iniciativa, llamada Educación Ambiental Mundial, que fue presentada en la COP 25 en Madrid y deberá ser ratificada en la COP 26, en Glasgow.

También se ha avanzado, significativamente, en el fortalecimiento de las políticas públicas y la implementación de los Objetivos del Desarrollo Sostenible. Las organizaciones de la sociedad civil se han fortalecido y madurado, y son el pilar de las acciones ambientales en todo el país. El conocimiento ambiental ha crecido exponencialmente y, hoy en día, contamos con las herramientas necesarias para lograr un cambio profundo.

El Día de la Tierra ha brindado la oportunidad a los diversos sectores de la sociedad de expresar sus preocupaciones y propuestas para consolidar un cambio estructural en las políticas públicas ambientales. El 22 de abril 2020 se celebrará en más de 100 países alrededor del mundo, y será muy especial, porque sucedió lo inimaginable: ¡Todo paró y la tierra descansó!

Nota del editor: Tiahoga Ruge es Coordinadora de Earth Day Network-México . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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