Por lo anterior, los negocios que cumplan con las medidas estrictas de protección serán aquellos a los cuales acudiremos para realizar nuestras compras, aún hayamos migrado al formato online y a solicitar servicios a domicilio. Las repercusiones económicas y sociales por el COVID-19 han sido las principales razones por las cuales nos hemos visto forzados a cambiar e incorporar nuevos hábitos y comportamientos a nuestras rutinas diarias para recuperar y mantener nuestro equilibrio en la vida, así como reflexionar sobre cómo nos relacionamos con las marcas y nuestras formas de compra.
Esta dinámica que hemos ido experimentando a lo largo de estos meses de confinamiento es indispensable tener en cuenta que, tanto consumidores como vendedores, deberán mantener estos cambios aún después de la pandemia, ya que esta situación nos ha dejado entrever que es crucial estar preparados para situaciones como la que estamos viviendo. Con lo anterior, las estrategias de marketing, como muchas estructuras de trabajo, exigirán ser replanteadas para considerar los nuevos hábitos de consumo, acoplarse a la nueva normalidad y, de esta manera, poder ir reactivando en la medida de lo posible la productividad de todos los sectores.
Uno de los aspectos a considerar serán las compras en línea, ya que ante el confinamiento se han convertido en uno de los métodos más eficaces y por excelencia para adquirir productos desde el hogar y respetar los protocolos de distanciamiento social. Y, aunque muchos se han incorporado al mundo del e-commerce más por necesidad que por convicción, será importante brindar una guía y confianza para integrar más usuarios a este método que sirve además como una vía de soporte para que los negocios continúen operando.
Gran parte de las empresas y negocios estamos viviendo momentos difíciles y, en diversos casos, está situación terminó con algunas de ellas en sus diversos intentos por mantenerse activos. Otros tantos han optado por integrar modalidades para ofrecer sus productos y servicios a domicilio como son los restaurantes, bares, supermercados, entre otros.
Sin embargo, las ganancias obtenidas son menores y su alcance está limitado en comparación a cuando operaban con normalidad, por lo que se sigue manteniendo en riesgo la economía de miles de familias que laboran de manera formal e informal. Para enfrentar esta etapa es importante apoyar a reactivar la economía de aquellos negocios locales que no cuenten con los medios ni las posibilidades de trasladarse al formato digital.
Valor agregado de las marcas
En la actualidad, los consumidores no compran únicamente por los productos o servicios que las marcas ofrecen, sino que su decisión de compra también está determinada por el valor agregado que pueda ofrecer. Por ejemplo, realizar acciones a favor del cuidado del medio ambiente y los animales, mostrar empatía para con los demás o emitir mensajes positivos ante la actual situación global.