En este sentido, el emprendimiento cobra particular relevancia como la pieza clave para transformar la realidad a través de ideas y acciones. Sin embargo, para abordar este concepto, lo primero por hacer es justamente definirlo, pues se trata de un término tan comentado en tiempos recientes que, de pronto, se vuelve un tanto difuso y difícil de aterrizar en el imaginario colectivo.
En palabras simples, emprende quien inicia un proyecto novedoso; crear es emprender y existen muchos modos de hacerlo. La innovación incremental se da a través de procesos de acumulación en conocimientos y sofisticación, como ocurre, por ejemplo, con la tecnología de los teléfonos celulares año con año.
Por otro lado, la innovación disruptiva se presenta cuando se rompe con esquemas y se abre camino hacia nuevas formas de optimizar recursos para llegar a obtener determinados resultados. Ahí tenemos a SpaceX de Elon Musk como muestra de que incluso lo inimaginable se puede lograr al expandir la mente y poner manos a la obra.
A fin de cuentas, el auténtico emprendedor es una persona con liderazgo que, además, destaca por su perseverancia; muchas veces las ideas brillantes toman tiempo para perfeccionarse y ser viables en su implementación. Quien cuenta con el talento especial para tomar las buenas ideas, y convertirlas en negocios rentables, es digno de ser llamado emprendedor. Empero, la época de cambios actual nos trae desafíos sin precedentes, que obligan a repensar la noción del emprendimiento.
El fenómeno de la globalización, el auge de la era digital, la volatilidad de los mercados y el desastre ambiental, son variables brutales en constante movimiento; vivimos en un mundo sumamente dinámico. Dentro de este contexto, el emprendedor visionario será capaz de reinventarse. Así, el líder se hace, pero también se rehace con base en las experiencias y circunstancias, aunque siempre conservando su esencia. Aprender, adaptarse e influir: de ello depende, en buena medida, el éxito en un entorno caótico.
Debemos transitar hacia un nuevo emprendimiento más humanitario, más solidario y con mayor conciencia. Necesitamos de mujeres y hombres que estén dispuestos a invertir en un cambio social, más allá de las meras utilidades; el emprendedor busca con entusiasmo darles sentido a sus proyectos, para así otorgarles un valor agregado.