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Comprando innovación

Todas las empresas medianas y grandes de México podrían beneficiarse del ecosistema emprendedor y de su capacidad de generar crecimiento y retornos financieros, opina Jorge González Gasque.
mié 23 septiembre 2020 07:02 PM

(Expansión) – ¿Te imaginas si fueras el CEO de una empresa automotriz y hubieras podido invertir en las etapas tempranas de Uber? ¿Qué hubiera pasado si Marriot pudiera haber participado en las primeras rondas de capital de AirBnB? ¿Hubiera sido útil para JP Morgan Chase invertir en Stripe, cuando era una startup en gestación?

En todo el mundo, los corporativos están observando el advenimiento de competidores nuevos, habilitados por la tecnología, nuevos modelos de negocios y dispuestos a retar su dominación. Por eso, han decidido tomar cartas en el asunto y se han dedicado a invertir en startups.

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Así, en la escena del ecosistema emprendedor de México y de todo el mundo, la presencia de las grandes corporaciones ha ido adquiriendo un papel cada vez más relevante desde hace algunos años y el fenómeno llamado Corporate Venture Capital (CVC) ha crecido constantemente, año con año.

El papel del CVC como inversionista creció, entre 2014 y 2019, de poco menos de 1,500 transacciones anuales a más de 3,200, sumando en el año pasado 57,000 millones de dólares (mdd). Prácticamente todas las empresas globales han emprendido iniciativas de CVC y algunos de los fondos con respaldo corporativo son jugadores de gran importancia en el ecosistema emprendedor.

Según CBInsights, 25% de las transacciones de Venture Capital en el mundo las hacen vehículos de CVC. El número es de más de 40% según Pitchbook, que contabiliza la participación indirecta de los corporativos.

En México, corporaciones como FEMSA, Arca Continental, Bimbo, CEMEX, GBM, Telefónica, ADO, Gentera, Coppel y Santander, por mencionar algunas, tienen vehículos de inversión muy activos y han participado en rondas de inversión importantes como las de Justo, Liftit, Cabify, Gaia, Parkimovil, Rever, Urbvan y muchas otras.

El CVC ha estado presente en algunas de las startups más importantes de México. Por ejemplo, Clip recibió inversión de AMEX Ventures, Kubo Financiero y Bitso la recibieron de Monex y, finalmente, Conekta recibió inversión de FEMSA.

¿Cuál es el motor que está atrás de esta ola? ¿Cuál es la razón que mueve a corporativos de todo el mundo a hacer inversiones minoritarias en compañías relativamente pequeñas para ellos?

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En última instancia están comprando un producto de mucho valor y muy difícil de fabricar: la innovación.

Los corporativos invierten grandes cantidades en proyectos innovadores y muchas veces son capaces de evolucionar y reinventarse con estas iniciativas. Sin embargo, las historias de empresas desdeñando los grandes cambios son famosas también: Blockbuster menospreció a Netflix; Kodak ignoró la fotografía digital, que ellos mismos inventaron; Digital Equipment Corp. desestimó la computación personal. “No veo ninguna razón para que alguien tenga una computadora en su hogar” decía su CEO, Ken Olsen.

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Muchas empresas reconocen que no pueden darse el lujo de ignorar lo que está pasando en el ecosistema emprendedor. Quieren saber qué hay allá afuera para aprender, para contagiarse de la innovación, para ser un participante en vez de una víctima del cambio constante que traen la tecnología y la creatividad de los fundadores de startups.

Como inversionista, el corporativo suele ser de mucho valor para las startups con las que trabaja, porque típicamente ellas se pueden beneficiar del poder y la influencia de sus nuevos socios para penetrar mercados y hacerse oír. Las sinergias con grandes empresas pueden ser muy útiles para estas incipientes empresas y sus estrategias de crecimiento se refuerzan.

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A veces, el mayor beneficio de esta colaboración lo llevan las empresas inversionistas. Trabajar con productos y servicios de las startups puede incrementar sus ingresos o reducir sus costos y, en última instancia, tener un impacto económico mucho más grande que la inversión que se realiza, o incluso los retornos sobre la inversión.

El problema del Corporate VC es que es un juego de niños grandes, ya que está reservado a grandes corporativos con presupuestos importantes por los costos e inversiones que esto implica. Crear un equipo de inversión profesional, asignar un monto importante para inversiones, generar reputación como inversionista para que las startups se acerquen a ellos, son cosas que cuestan bastante dinero.

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Con el advenimiento de firmas que realizan servicios de “CVC as a service”, haciendo el papel de fondo de inversión por cuenta del corporativo (práctica muy avanzada en Europa, pero incipiente en México), muchas más empresas deberían, quizá, estar pensando en esta opción estratégica. De alguna u otra manera todas van a ser afectadas por lo que hagan las startups tarde o temprano.

Al final del día, creo que todas las empresas medianas y grandes de México podrían beneficiarse del ecosistema emprendedor y de su capacidad de generar crecimiento y retornos financieros, pero más aún, de su capacidad de generar innovación.

Nota del editor: Jorge González Gasque está detrás de la consultora G2 Consultores, y los fondos de inversión G2 Momentum Capital y On Ventures. Programador desde los 13 años, consolidó su carrera creando software especializado para empresas. Siguelo en LinkedIn . Las opiniones expresadas en esta columna son exclusivas del autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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