Así, en la escena del ecosistema emprendedor de México y de todo el mundo, la presencia de las grandes corporaciones ha ido adquiriendo un papel cada vez más relevante desde hace algunos años y el fenómeno llamado Corporate Venture Capital (CVC) ha crecido constantemente, año con año.
El papel del CVC como inversionista creció, entre 2014 y 2019, de poco menos de 1,500 transacciones anuales a más de 3,200, sumando en el año pasado 57,000 millones de dólares (mdd). Prácticamente todas las empresas globales han emprendido iniciativas de CVC y algunos de los fondos con respaldo corporativo son jugadores de gran importancia en el ecosistema emprendedor.
Según CBInsights, 25% de las transacciones de Venture Capital en el mundo las hacen vehículos de CVC. El número es de más de 40% según Pitchbook, que contabiliza la participación indirecta de los corporativos.
En México, corporaciones como FEMSA, Arca Continental, Bimbo, CEMEX, GBM, Telefónica, ADO, Gentera, Coppel y Santander, por mencionar algunas, tienen vehículos de inversión muy activos y han participado en rondas de inversión importantes como las de Justo, Liftit, Cabify, Gaia, Parkimovil, Rever, Urbvan y muchas otras.
El CVC ha estado presente en algunas de las startups más importantes de México. Por ejemplo, Clip recibió inversión de AMEX Ventures, Kubo Financiero y Bitso la recibieron de Monex y, finalmente, Conekta recibió inversión de FEMSA.
¿Cuál es el motor que está atrás de esta ola? ¿Cuál es la razón que mueve a corporativos de todo el mundo a hacer inversiones minoritarias en compañías relativamente pequeñas para ellos?
OPINIÓN: Humanizar la inteligencia artificial
En última instancia están comprando un producto de mucho valor y muy difícil de fabricar: la innovación.
Los corporativos invierten grandes cantidades en proyectos innovadores y muchas veces son capaces de evolucionar y reinventarse con estas iniciativas. Sin embargo, las historias de empresas desdeñando los grandes cambios son famosas también: Blockbuster menospreció a Netflix; Kodak ignoró la fotografía digital, que ellos mismos inventaron; Digital Equipment Corp. desestimó la computación personal. “No veo ninguna razón para que alguien tenga una computadora en su hogar” decía su CEO, Ken Olsen.