Y es que si nos damos cuenta, en todas las acciones exitosas que un líder lleva a cabo, la confianza está presente de principio a fin. Por ejemplo, transformar e implementar una cultura organizacional, inspirar a sus equipos a ser más productivos, implementar nuevos procesos, o mantener clientes satisfechos y leales, un líder necesita primero crear vínculos de confianza.
Solo a través de la confianza es posible lograr un liderazgo exitoso y una organización exitosa. Y esto parece no cambiar, pese al nuevo entorno de negocios que hoy enfrentamos. Incluso, me atrevería a señalar, que este escenario ha elevado el valor de la confianza como atributo clave para que los líderes de negocio puedan superar esta “tormenta” e iniciar el viaje hacia la recuperación.
¿Por qué la confianza es clave en el mundo post pandémico?
La pandemia dio un giro a nuestras vidas en 180 grados, modificando nuestras creencias, necesidades y preocupaciones. Asimismo han cambiado también las preocupaciones y prioridades de nuestros colaboradores, clientes, socios de negocios, proveedores y otros de nuestros grupos de interés.
Así, en un mundo que hoy se percibe como un lugar arriesgado lleno de incertidumbre, los stakeholders se han vuelto más comprometidos, preocupados como nunca antes por temas clave como la salud y la seguridad; de manera que hoy se preguntan si pueden confiar en las organizaciones con las que se vinculan, y si éstas pueden sumar el cumplimiento de todas sus prioridades (incluyendo la seguridad y salud).
La manera en que los líderes afronten esta incertidumbre y den respuestas positivas será crítico para generar o restablecer la confianza, dejar atrás la “tormenta” y acelerar el paso hacia una recuperación exitosa.
Hacia la generación de confianza
Sabemos que generar confianza en este escenario no es un camino llano, que existen dificultades y que nos demanda un gran esfuerzo, pero tenemos a nuestro alcance las herramientas para conseguirlo. Sabemos, por ejemplo, qué medidas necesitamos tomar en nuestras organizaciones para dar cumplimiento a ciertas regulaciones que nos permitan garantizar un espacio seguro.
Además, podemos hacer uso de los canales de comunicación online para escuchar las necesidades y preocupaciones de nuestros stakeholders; y con base en esto, diseñar una estrategia con políticas y prácticas confiables para adaptarnos y operar en la nueva normalidad.