En México tenemos claro el impacto que tuvo el mandatario en los mercados, basta recordar cómo un tuit suyo era capaz de mover la cotización del peso o las acciones en la Bolsa. Luego de un periodo de exabruptos y declaraciones polémicas, el mercado parece haber recibido de buena manera el regreso de un político tradicional, una esperanza de volver a la normalidad.
Desde la fecha de la elección presidencial, el 4 de noviembre de 2020, al inicio oficial del mandato de Biden, el 20 de enero de 2021, el Índice S&P 500 vio un alza de 11.9%, nada mal para un periodo corto, aunque hay otros factores que se relacionan con el alza en los mercados, como el inicio de la vacunación y las bajas tasas de interés a nivel global.
Una señal más específica de la expectativa del mercado sobre el nuevo gobierno es el movimiento de las acciones de sectores que se podrían ver beneficiados por las propuestas de los demócratas, por ejemplo, el precio del ETFICLN, que es un instrumento que brinda exposición a empresas generadoras de energías limpias, subió un 58% de la fecha de la elección a la toma de posesión, mientras que IFRA, un ETF ligado a infraestructura, subió un 20%.
Lo anterior hace sentido con las propuestas del nuevo gobierno, que incluyen la promoción de las energías limpias, además de contemplar un plan de infraestructura para impulsar la recuperación de la economía estadounidense.
Sin embargo, no quiere decir que bajo la administración demócrata todo será miel sobre hojuelas para los inversionistas. Usualmente se asume que un gobierno republicano tiende a ser más amigable con los negocios en comparación con los demócratas, ya que la plataforma de estos últimos suele contener temas como mayores impuestos a las corporaciones y regulaciones más estrictas, ambos temas están presentes en la agenda de Joe Biden.