Tiempo después, con el avance de algunas civilizaciones, se dio un valor especial a metales preciosos, como el oro o la plata, los que se usaron para el intercambio de dichas mercancías; con esto, surge el intercambio de mercancías por algo más que la mercancía misma, fue el fin del trueque como tal.
Con el tiempo se vio la necesidad de poder dividir estos metales preciosos en lo que fueron las primeras monedas, las que se acuñaban y se les daba un valor común para todos, fue el surgimiento del dinero.
Fue el primer instrumento financiero, fácil de transportar, y reconocido por diferentes pueblos a fin de realizar su comercio.
En la época actual se cuentan con diversos productos financieros que han permitido un desarrollo de las economías, que cubren diferentes necesidades del ser humano, de las empresas y naciones.
Es una realidad que todos hacemos uso del dinero, sin importar la situación económica de cada uno, y con esto, de otros productos básicos como tarjetas de débito o crédito, cuentas de ahorro, seguros y ahora hasta pagos digitales; si bien no toda la población tiene acceso a los segundos, la inclusión financiera va tomando un lugar cada día. Son productos que benefician a quien los utiliza, que les ayudan a tener una mejor actividad productiva, cuidar su patrimonio, acceder a bienes y servicios que de otra manera no tendrían acceso.
Un tema de gran importancia es la educación financiera. Esta no aplica únicamente para las clases socioeconómicas más bajas, en realidad, y por su relevancia, debería ser para todos.
En muchos países como Canadá, Noruega, Alemania, entre muchos otros, hay materias de educación financiera dentro de las materias que se imparten en los colegios, esto debido a la importancia que le dan a la materia en el futuro de los jóvenes para su vida.
Pensemos cada uno desde qué edad utilizamos el dinero o vimos a nuestros papás y familia hacerlo. Piensen ahora, si alguna vez tuvieron una educación financiera básica, y si fue así, a qué edad y por qué medio.
Hay elementos básicos de una educación financiera de calidad:
1. Realizar un presupuesto personal o familiar, que permita entender claramente cuáles son los ingresos con los que se cuentan, y cada cuando se reciben esos ingresos.
También, los gastos que genera la operación de nuestra vida, personal o familiar, entre los generales y básicos, pago de renta o hipoteca, servicio eléctrico, de gas, alimentos, educación, televisión, internet, telefonía, vestimenta, esparcimiento, salud, seguros, transporte, etcétera.
De igual manera que con los ingresos, saber cada cuándo se pagan estos gastos, la periodicidad.
Una vez hechas estas listas, comparar los ingresos contra los gastos, entender si nos alcanzan los primeros para cubrir los segundos, si necesitamos guardar el dinero por algunos días a fin de cuadrar el flujo de efectivo, a fin de poder pagar los gastos en tiempo.