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Olvidar lo olvidable, nuevo reto en IA

No es ocioso que comencemos a cuestionar los criterios que aplicará Facebook para la elección de datos, señala Javier Murillo.
jue 27 mayo 2021 12:02 AM

(Expansión) - Hace no muchos lustros, antes de la universalización de las computadoras personales y la popularización de tecnología de almacenaje electrónico de datos, desde estudiantes de educación media superior hasta investigadores consumados usaban archivos físicos, normalmente en papel (recortes hemerográficos, fichas bibliográficas, copias fotostática y apuntes a mano o máquina de escribir).

Ahí quedaba guardado todo aquello que era considerado relevante y digno de conservar, ante la posibilidad o certeza de algún posible uso ulterior mañana, la próxima semana, en el siguiente semestre o en algún proyecto futuro, incluso aún no elaborado en nuestra mente.

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Esa labor implicaba un criterio de discriminación del cúmulo informativo, con una disyuntiva fundamental: ¿qué se guarda y qué se desecha?

En los últimos tiempos, conocemos distintos proyectos en el uso de la Inteligencia Artificial (IA) encaminados a hacer que ésta emule, cada vez con mayor exactitud, las funciones y hábitos de la humanidad. Es tema que nos interesa a muchos y al que debemos dar seguimiento con atención.

Así como pudo ser un problema encontrar dónde guardar y cómo ordenar nuestros recortes y fichas, y el espacio era frecuentemente gran problema, hoy el uso de las nuevas tecnologías genera en Internet tráfico y una inmensa cantidad de datos. Tan solo el año anterior se estimó que, en promedio, cada persona generaba 1.7 MB por segundo; la cifra en este 2021 ya debe de ser superior. Esto consume una gran cantidad de recursos, los costos computacionales aumentan, junto con el tiempo para procesarlos.

Sabemos que, hasta ahora, las redes neuronales artificiales procesan de forma indiscriminada. La IA batalla con cantidades cada vez mayores, como libros o vídeos de formato extenso, con recursos insostenibles. Por ello, hoy vemos a los expertos trabajando para hacer más eficiente la selección informativa.

Hace unos días, nos enteramos sobre Expire-Span, nueva herramienta en manos de Facebook que justamente tiene como fin conseguir esa labor de elegir entre lo que sirve y determinar lo que puede ser olvidado, según las previsiones a futuro; todo ello, ojo, siempre según sus criterios. La tarea se realiza con un modelo que predice qué será más importante mantener, con base en un contexto de aprendizaje.

Este modelo es innovador y podría abrir la puerta a muchas propuestas a futuro, ya que predice, primero, qué datos son más relevantes para la tarea en cuestión y, posteriormente, asigna una fecha de vencimiento, como la de caducidad de nuestros alimentos, que desechamos cuando ya no sirven.

Y así como cuando revisábamos tras cierto tiempo nuestros archivos en papel, y decidíamos cuáles seguíamos manteniendo y cuáles ya se iban a la basura, el nuevo sistema de FB elige la información más relevante y es la que retiene por más tiempo, mientras que la irrelevante se borra. Con más espacio de memoria, los sistemas de IA pueden procesar data a escalas drásticamente mayores.

Por lo que hoy sabemos, de voz del propio Facebook, se trata de un sistema innovador que deberá ir perfeccionándose. Hay cuestiones que ya desde hoy pueden preocuparnos y ocuparnos en el análisis, especialmente ante la incidencia de esa red en la vida de tantos (y quizá de otras que habrán de rivalizar en este tipo de herramientas), incluyendo las políticas públicas de los gobiernos, difundidas en esa red.

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La empresa destacará, seguramente, el mejor servicio que esto implica para sus usuarios lo cual, de entrada, se presenta como evidente. Sin duda, los objetivos también comerciales en el uso de esos datos que se quedan y aquéllos que se olvidan son otro de los motivos tras esta nueva tecnología.

No es ocioso que comencemos a cuestionar los criterios que aplicará FB para la elección de datos. Algo que guardamos y no usamos en este momento, incluso por periodos extensos, no es necesariamente algo inútil en el futuro. Sin duda todos tenemos algún objeto que mantenemos en desuso, pero cuyo valor (sentimental, laboral, económico, etcétera) es incalculable ¿aceptaremos que alguien más considere que sólo nos quita espacio y hay que desecharlo?

Éste será otro desafío para este tipo de sistemas, que muy probablemente en un futuro cercano se podrá subsanar, puesto que si algo nos ha demostrado el avance tecnológico es que para cada reto hay una posible solución.

Respaldamos las peticiones de gobiernos y colectivos atentos al uso de nuestros datos, por este tipo de empresas, para que los criterios en el manejo de sus programas de IA sean completamente abiertos, disponibles para el conocimiento del usuario, que podrá determinar en qué redes decide compartir una parte de su vida, sabedor de las implicaciones y consecuencias.

Como hemos hecho énfasis, el uso de los datos conlleva una responsabilidad. Por tanto, es importante estar atentos a que las empresas tecnológicas cumplan con los parámetros legales, de transparencia y ética en la implementación de cualquier nuevo sistema.

Nota del editor: Javier Murillo Acuña es fundador y presidente de Metrics. Científico de datos, experto en tecnologías de la información aplicadas a la transformación de modelos de negocio digitales. Actualmente trabaja en el desarrollo de algoritmos de prospectiva y medición de valor de marca para empresas globales. Síguelo en LinkedIn y/o escríbele a javier@metrics.digital. Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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