Uno de los temas fundamentales para tener un mejor país es aumentar la inclusión financiera, es un objetivo compartido entre este gobierno y el sector financiero por su impacto social. Sin embargo, mejorar la inclusión plantea diversos retos.
México lleva muchos años promoviendo una mayor inclusión financiera. Por lo mismo, ya pasamos por la etapa de crecimiento acelerado y se espera que en el futuro los avances sean más limitados.
Es importante entender la etapa del proceso en la que estamos para diseñar políticas públicas adecuadas. Además, la historia de los datos agregados puede ser distinta a la de los micro datos. Hay que estudiar estos últimos para ser más efectivos.
En México existe una brecha de inclusión importante que se relaciona con las características de cada estado y de las localidades. La inclusión es mayor en los estados con mayor desarrollo económico y en las localidades de mayor tamaño.
Sobre la inclusión mínima es interesante como aun los estados con menor nivel tienen un porcentaje de población incluida superior al 50%. Encontramos que el producto que hace que varios de los Estados con menor nivel tengan más inclusión es el producto de ahorro.
En el producto de crédito se observa más varianza y un menor nivel de inclusión. Se explica porque otorgar crédito necesita que la gente lo solicite e implica un riesgo en el otorgamiento. Sin embargo, la brecha entre los estados es muy elevada: 38.6 puntos porcentuales. Sinaloa tiene 54.8% frente a Chiapas 16.2%
Entender la evolución de la inclusión de un producto de ahorro, crédito o seguros a más productos nos permite evaluar la calidad de inclusión en México.